Butterfly ➻ Jungkook [en edición]

35.

Las bocinas suenan y los estudiantes son obligados a dejar lo que están haciendo para girarse hacia la gran pared que tienen al frente. Por un momento, Ryujin había pensado que surgió un daño técnico ya que se proyectaba una pantalla en negro y apenas se escuchaba algo.

— ¡Lo lograron! —gritó Jimin a su lado, incapaz de creérselo—. ¡Taehyung, lo hicieron!

Ryujin se cruza con su mirada y entonces observa la felicidad que irradian sus ojos. Salta en su lugar cuando el mayor la toma por los brazos y la aprieta contra sí. Está tan confundida que se limita a ver frente a ella.

— Mierda... —escuchó suspirar a su hermano detrás de ella—. Tiene agallas el mocoso.

— ¿Qué...? —la expresión confundida de Ryujin reemplazaba las palabras que quería decir. No entendía porqué de repente era abrazada por un emocionado Jimin y mucho menos el porqué su hermano sonría embobado.

Estaba a punto de empezar a cuestionárselo cuando la pantalla mostró una imagen en blanco. A continuación, los pocos estudiantes que estaban distraídos se giraron y colocaron toda su atención en las letras que empezaban a aparecer.

«¿Quieres un poco de tu propia medicina?»

— ¡Maldición, sí! —Jimin no podía contener su emoción.

«Es hora de ponerte en tu lugar...»

Las bocinas sonaron, y entonces, una voz claramente manipulada empezó a sonar. Ryujin sintió como el bello de su nuca se erizaba al recordar lo que pasó con YoonGi.

«Seul Bi.»

Sólo bastó mencionarla para que una ola de comentarios empezara a desatarse. El auditorio se llenó de ruido, nadie se escapaba de los comentarios. Ryujin tardó unos segundos para que el balde de la comprensión le cayera pesadamente. Nunca se habría imaginado que eso fuera ocurrido, las pruebas que tenían contra Seul Bi parecían haber desaparecido en un abrir y cerrar de ojos luego de que la haya visto besándose con Jungkook. Después de todo, quizás ella se había equivocado.

La confundida chica que no cambiaba su gran ceño fruncido observó a Jimin, este le sonreía de una forma tan alegre que inconscientemente ella había empezado a contagiarse.

No era posible que eso estuviera sucediendo.

«La adorada sobrina del director, la adorada entre los docentes y la estudiante con más honores en toda la secundaria...»

Intentó encontrarla con un vistazo rápido a su alrededor, y no tardó mucho. Sus ojos cayeron en el círculo que hacían algunos estudiantes encerrándola.

«¡Es una cruel mentira!»

Todo estalló.

Los murmullos, los comentarios, las expresiones de sorpresa y de lástima se posaban una sobre otra sobre la chica. Ella, con su cabello largo y peinado delicadamente para verse presentable, estaba hecha un ovillo junto a otro grupo de estudiantes que la contemplaban anonadados. Seul Bi se veía extraviada y sin cordura.

Pero, ¿de qué otra forma podía reaccionar? Su nombre aparecía en la gran pantalla del auditorio donde sólo se presentan exposiciones y nuevas noticias de la escuela. ¿Por qué su nombre estaba allí?

«Seul Bi. ¿Desde cuando perseguías a tus pretendientes para que no te abandonaran?

Todo el mundo te veía como alguien fuerte y sin falta de cariño.

¿No sería otra de tus mentiras?»

Las pupilas de Ryujin se expandieron por la sorpresa al ver el vídeo que se exhibía. Taehyung se encontraba frente a la cámara con el teléfono en mano. En su mente se le vinieron tantas ideas que reconoció al instante el momento justo donde Jungkook se había escondido con ella en el armario. Taehyung había confesado lo que sucedía.