18» Kim Ryujin

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Nunca había pensado en abofetear a Taehyung. Incluso, nunca habría creído que alguna vez llegaría ese momento.

La vergüenza, la rabia y la tristeza forman un nudo en mi garganta que no me deja decir nada más. Jungkook parece saberlo, por lo que no menciona nada cuando regresamos a esa habitación donde nos tenían encerrados. Ninguno de los dos tomó las mochilas al salir corriendo, así que teníamos pensado recogerlas. Estuve consciente en todo momento que Jungkook caminaba detrás mío, pero era algo que no me incomodaba. De alguna forma, él no me iba a dejar sola.

¿Cómo decirle que Taehyung fue el causante de todo esto?

Al ingresar a la habitación lo primero que hice fue tomar mi mochila que estaba debajo de la silla.

— ¡Jungkook! —escuché detrás mío. Él estaba mirando hacia otro lado mientras tenía medio cuerpo dentro de la sala.

Se gira de golpe hacia mí, me señaló la mochila de él para que se la alcanzara y eso hice. Jungkook agradece con un asentimiento de la cabeza y luego agrega—: El profesor de música me está llamando. Deséame suerte, haré lo que pueda para hacer que el director se retracte de su decisión.

Él sonríe cuando asiento con la cabeza. Le guiño un ojo para tranquilizarlo y acto seguido me da la espalda para irse apresuradamente.

Al cerrarse la puerta tras él, siento el escalofrío de la soledad enterrarse en mi piel como si quisiera hacer parte de mí. Estoy decepcionada, tengo impotencia y lo único que quiero hacer es gritar.

Quiero salir de aquí.

Me agacho nuevamente para alcanzar el maletín que está cercano a la pared. Al jalarlo me llevo la sorpresa de que la vieja libreta de Jungkook está en el suelo. A veces puede ser muy distraído.

Con un movimiento rápido la saco de allí. Es más pesada de lo que pensaba y su cubierta es demasiado curiosa. Parece de esos textos antiguos que todavía se conservan. Antes de salir de ese espacio, me percato de que no dejé nada más en el lugar. Quizás es la última vez que regresaría a la escuela.

¿Qué fuera pensado mamá?

Cierro la puerta detrás mío y me llevo con la grata sorpresa de que el pasillo está casi vacío. La multitud se dispersó más rápido de lo que creí.

Recorro el pasillo dudosa. ¿Debería seguir a Jungkook y ver que le dice el profesor? Él no tiene la culpa de esto. Visualizo la salida mientras me acerco a una de las sillas que hay antes de dirigirse a la calle principal. Tomo asiento y espero con paciencia hasta que Jungkook termine de hablar con el profesor.

Todavía hay estudiantes que rondan el pasillo y muchos de ellos presenciaron el pequeño percance que tuve con Taehyung. Debería importarme lo que piensen, pero es algo que me tiene sin cuidado.

Acaricio la portada de la libreta mientras busco algo que hacer. Es tan rugosa y extraña al tacto que me sorprende que Jungkook la conserve.

La primera página es de puro garabatos, bocetos no terminados y frases sacadas de alguna película. Jungkook es realmente bueno en lo que hace, hay rostros que parecen surrealistas y llaman la atención. Hay uno en especial que es curioso; es una chica y lo sé por sus rasgos. Son tan bien definidos que parecen ser una fotografía, tiene el cabello sobre los hombros y sus ojos son penetrantes.

Parece alguien que conozco.

Sigo pasando las páginas antes de toparme con el boceto sin terminar. Es inevitable delinear con mi mano cada trazo, los ojos son los más llamativos. Parece como si el dibujo te intentara decir algo con tan solo verlo. Tiene un lunar pintado justo en la esquina del ojo derecho y me sorprende que Jungkook sea tan cuidadoso con los detalles.

— ¿Ryujin? —alguien se acerca. Alzo la cabeza para toparme con la mirada de preocupación de Juuri y un Hoseok sorprendido—. ¿Estás bien?

— Podría estar mejor —respondo. Ellos se sientan junto a mí—. ¿Qué hacen aquí?

— Escuchamos lo que pasó con Taehyung —responde Hoseok—. Bueno, en realidad yo lo vi todo. ¡Que bofetada de puta madre!

— ¡Hoseok! —grita Juuri. Se lleva una mano a la frente negando con la cabeza, avergonzada—. No es momento para hacer bromas. Taehyung y Ryujin son amigos nuestros.

— Será el tuyo —continúa Hoseok. Me brinda una sonrisa apenada—. Yo a ese chico no lo conozco.

— ¿Cómo puedes decir...? —Juuri está a punto de iniciar una larga conversación con Hoseok, pero la interrumpo.

— Está bien —replico. Ellos me observan—. No quiero que se peleen por mi culpa. Mucho menos cuando ya no podré ir a la cafetería a tomar algo con ustedes.

— Oh —Juuri baja la mirada—. No puedo creerlo. ¿Expulsarte? Eso es demasiado. Peor aún cuando no tienes la culpa de nada.

— ¿Cómo lo sabes?

Juuri alza la mirada de golpe y parece sorprendida por lo que dijo. Está actuando extraño. Le dirige una mirada a Hoseok que él se la regresa casi de inmediato. ¿Qué sucede entre ellos?

— ¿Recuerdas lo que te iba a decir en la cafetería? Había algo que vi y debía contártelo, pero al final no dije nada —murmura. Alarga la mano para tomar la libreta que tenía en las piernas— Taehyung empezó a molestar a Jungkook en los primeros descansos y lo notaba cada vez que salía del aula. Siempre lo empujaba o le tiraba el maletín al suelo, varias veces sus pertenencias terminaban esparcidas por todos lados. Hoseok también lo vio, quisimos hacer algo pero pensamos que no era de nuestra incumbencia. Jungkook ignoraba lo que le hacían y simplemente recogía sus cosas y se iba, supongo que a verte, pero no lo hacía. Al principio creí que ya lo sabías pero sé que no te quedarías de brazos cruzados con algo como eso.

Ella desliza su mano sobre las páginas y detalla cada cosa que ve. Suelta un suspiro antes de continuar.

— Al salón iban varias personas a buscarlo, una vez se escapó de clases para después reunirse a esa terraza a la que nadie va. Desde mi salón se puede ver perfectamente hacia ese lugar en cualquier ventana, así lo que noté —se centra en el dibujo que Jungkook no ha terminado—. Reconocí a YoonGi, Seul Bi y habían muchos más que llevaban cosas en sus maletines. Uno de ellos sacó un bate y los demás parecieron reaccionar extraño ya que inmediatamente le hicieron señas que lo guardara. Taehyung sacó una libreta del maletín que llevaba y era exactamente como ésta.

Cerró la libreta y acarició la portada, se veía extraña. Como si quisiera decirme algo pero no se atrevía.

— En fin —me regresa la libreta colocándola encima de mis piernas. No se atreve a mirarme, ¿por qué?—. Después de todo, escondieron algunas cosas debajo de los bancos, nunca supe que eran.

Juuri no mencionó nada más. Abrí la boca con intención de hablar pero ella se levantó de inmediato. Me sonrió apenada y se excusó con que tenía algo que hacer para después irse. Hoseok buscó mi mirada antes de levantarse e irse detrás de Juuri. Ninguno de los dos me dio la oportunidad de despedirme.

Extrañada, intento concentrarme en lo que dijo. ¿Por qué mi hermano se reuniría con esas clases de personas? ¿La libreta de Jungkook?

¿Podría ser él el involucrado con la destrucción del salón de música?

— ¿Ryujin? —Jungkook aparece en mi visión de repente. Me inclino hacia atrás por la sorpresa y tardo en ponerme en pie para encararlo—. ¿Qué haces aquí?

Estiro la libreta para entregársela, él se muestra confundido al recibirla pero pronto cae en cuenta de qué se trata. Jungkook parece querer agradecerme, pero no lo dejo terminar. Tomé la costumbre de interrumpirlo.

— ¿Puedo acompañarte a casa?


[¡Regresan las actualizaciones! Me disculpo por no haber subido antes capítulos, pero en realidad se trata porque estoy ocupada con algunos asuntos personales. Por cierto, quiero enviarle un saludo especial a Heidi_Hood ¡Gracias por el mensaje, eres un amor! Ahora, me despido. ¡Gracias por leer y votar, son los mejores!]

Butterfly ➻ Jungkook [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora