Nunca había notado cuan fantástico puede ser el anochecer. No hace mucho se hicieron las siete y Ryujin insistió que no la acompañara hasta su casa; sin embargo, es algo que no puedo aceptar.
Ella camina felizmente por el andén mientras cruzamos el semáforo hacia la otra esquina, a veces se detiene para esperar que la alcance. Pero siempre termina llevándome ventaja.
— ¡Apresúrate! —indica. Es inevitable alzar los ojos al cielo—. ¡No hagas eso!
— Está bien —suelto un bufido mientras corro tras ella. Ryujin se asoma por una cerca antes de cruzarla y dirigirse directamente hacia la puerta principal.
— No hagas ruido —hace una señal con uno de sus dedos y se los lleva a los labios. Espera hasta que llegue a su lado para inclinarse y asomarse por la ventana.
La casa es bonita, es de dos pisos como la mayoría que rondan por aquí. Un gran flamenco adorna la entrada y no entiendo su significado, todo es blanco incluyendo el marco de la ventana.
— ¿Por qué debemos ser silenciosos? —murmuro. Ella se gira dramáticamente hacia mi y hace otra señal de que me calle—. No lo entiendo.
Se separa bruscamente de la ventana para después fruncir el ceño y señalarme.
— No quiero que Taehyung se dé cuenta de que estoy aquí —sus expresiones son tan graciosas que no puedo evitar reír. Ella alza las manos en forma de desesperación—. ¡No te rías!
— Tú eres la que está gritando.
— ¡Claro que no! —se queja. Vuelve asomarse por la ventana—. Se supone que él no debería estar aquí.
— ¿Quién?
— Taehyung.
— Quizás debe estar preocupado por ti —digo. Me apoyo en el marco de la ventana para después acércame y observar hacia dentro del hogar. No puedo ver nada, el cabello de Ryujin está por todos lados.
— No vuelvas a repetir eso —murmura. Se inclina hacia atrás y se golpea con mi pecho. Al parecer no notó que estaba detrás de ella—. ¡Jungkook!
— No seas exagerada —me defiendo mientras que los dos nos alejamos—. Tú fuiste la que...
Ella no me deja terminar, tapa mi boca con sus dos manos y abre los ojos de par en par mientras indica que me calle.
No entiendo lo que sucede hasta que el sonido de unas llaves en la cerradura me sacan de lugar, Ryujin me mira expectante y busca a su alrededor un lugar que esconderse. Miro a mis lados y lo único que veo son plantas, arbustos y flores. Dudo que pueda ocultarme antes de que Taehyung nos sorprenda.
Inesperadamente, sus manos toman mi muñeca y me jalan hacia un lado de la casa. Los dos perdimos el equilibrio, y terminamos en el suelo a los pocos segundos. Vuelve a colocar una mano sobre mi boca para ahogar el quejido y la maldición que estaba a punto de soltar. Nuestra cercanía es tanta que no puedo concentrarme en lo que ella ve.
Ryujin se cruza con mi mirada por un momento y esa es la señal que indica que vea al frente. Taehyung sale despreocupadamente de la casa, juega con sus llaves y habla por teléfono mientras ríe descaradamente. Se ve tan relajado y nadie imaginaría que él estaría preocupado por su hermana.
Cuando finalmente estamos seguros de que estamos fuera de su vista, nos levantamos al mismo tiempo logrando otro golpe en la coronilla de la cabeza. Ella se peina mientras que yo sacudo las hojas de mi uniforme.
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Butterfly ➻ Jungkook [en edición]
Fiksi Penggemar❝Te enseñaré a volar❞ ➻ Hetero ➻ Yoonmin SE PROHÍBE COPIA O ADAPTACIÓN. [EN EDICIÓN]