11» Kim Ryujin

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— Él siempre se comporta así —Namjoon habla a los pocos segundos de que Jungkook cruzara las puertas de la cafetería—. Cuando quiere, es muy infantil...

Fruncí el ceño y lo interrumpí sin dejarlo continuar. Le dirigí una mirada rápida a Juuri antes de colgarme la mochila en el hombro y guardar de rapidez la libreta que tenía en mano.

— ¿Eres su amigo, Namjoon? —pareció sorprenderse cuando me dirigí a él. Poco a poco bajó la cabeza imitando un asentimiento—. Los amigos no hacen eso. Si fueras su amigo, te fueras levantado de ese asiento y fueras directo a acompañarlo a Dios sabe dónde; Jungkook merece compañía justo ahora.

Doy un salto después de levantarme de mi asiento y corro hacia la salida. La reputación de Jungkook no es muy buena, lo llaman de todo en cualquier lugar dentro de estas paredes. Temo que empiecen a hacer lo que muchos prometen entre su grupo de amigos. Las personas pueden llegar a ser muy crueles.

Es inevitable que sienta una rabia inmensa cuando pienso en Seul Bi, esa chica creída y guapa que atrae a todos los chicos de la escuela. Lo que más me enoja es que mi hermano está cayendo en sus redes.

¿Con quién se prefería ir en la salida en lugar de irse conmigo? La respuesta es sencilla, y tiene una cara de bruja: Seul Bi. Oh, Taehyung, me decepcionas..

Me di cuenta acerca de esto cuando fisgoneé sus mensajes, no quiero entrar en detalles... pero esa chica es una manipuladora. Intenté hablar con Taehyung y contarle acerca de ella; sin embargo, no me escucha, o más bien no quiere hacerlo. Finge que está ocupado y me echa de la habitación.

No puedo creerlo.

Jungkook no ha ido muy lejos, evito llamarlo a gritos porque a juzgar su postura, él quiere pasar desapercibido entre tantas caras. Ojalá eso fuera suficiente, las personas ya lo reconocían hasta por su caminado.

Acelero el paso.

— ¿Ese es Jeon Jungkook? —escucho a mis espaldas. Un par de chicas murmuran entre ellas y se ríen sin disimular. Las personas empiezan a centrarse en el chico que camina en el pasillo como una súper estrella.

Es inútil que lo intente alcanzar, él va muy rápido y mis pasos son cortos a comparación con los de Jungkook. Los estudiantes no ayudan mucho colocándose en mi camino y ruego al cielo que no le hagan daño, que pueda escabullirse sin escuchar algún comentario negativo.

Me siento tan impotente que no puedo hablar, suelo soltar leves gruñidos cuando empiezan las risas. Jungkook no está solo, él debe notarme. No permitiré que se derrumba como lo hizo la otra vez.

No permitiré que le pase lo mismo que a mí.

— ¡Pero mira a quién tenemos aquí! —un chico de cabello negro se abre paso entre la multitud. Un par de estudiantes lo siguen, e injustamente rodean a Jungkook.

No puede ser...

— ¿Seul Bi ya te dio de comer, perrito? —el mismo chico lo obliga a detenerse. Jungkook no se atreve a alzar la mirada. No puedo alcanzarlo, las personas son más grandes que yo y cualquier empujón que haga es inútil—. Vamos, perrito, ladra para mí. Seul Bi estaría muy complacida.

Lo estudiantes empiezan a abuchearlo.

¿Dónde se supone que deben estar los docentes a esta hora?

Jungkook se ve indefenso, sigue sin atreverse a alzar la mirada. ¿Por qué, Jungkook? Tú no debería sentirte así, no las personas como tú...

Butterfly ➻ Jungkook [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora