-Así que… ¿ella es tu mejor amiga?- pregunté cuando nos dirigíamos camino a mi casa.
-¿Creías que era mi novia?- su sonrisa divertida hacia que sonriera de la misma manera.
Por extraño que parezca mi enojo había desaparecido.
-Si.- respondí segura.- entraste con ella de la mano. ¿No es eso lo que hacen las parejas?-
-Tal vez, pero conozco a Lucy desde que tengo memoria. Hacer esas cosas es tan normal en nosotras.- respondió mirándome momentáneamente antes de volver la mirada al frente.- ¿Así que me viste llegar?- y otra vez su sonrisa de lado volvió a parecer.
Me gustaba cuando sonreía de esa manera.
-No.- dije segura, pero noté como ella elevaba una ceja.- Bueno si, pero debíamos estar pendientes de cuando llegaran y así empezar nuestra venganza.-
-La venganza que arruinamos.- dijo segura mientras estacionaba el auto frente a mi casa.
-¿Sabían lo de la venganza?- pregunté sorprendida.
-El auto de Normani estaba estacionado fuera de la cafetería, podría mirarlo a kilómetros de distancia. Le gustó su color ¿no es así?- yo sonreír mientras asentía con la cabeza.- Cuando entraron tus amigos pidiéndonos que seamos sus citas para la fiesta, sabíamos de qué iba todo.-
-Entonces ¿rechazaste a Brad solo porque sabías que era una trampa?- pregunté un poco triste. Brad pudo haber tenido una verdadera oportunidad con ella.
Eso me hacía sentir peor.
-No lo rechacé por saber que ustedes lo enviaban.- me respondió segura mientras me miraba a los ojos.- Yo no quería ir con él.-
-Pues eres afortunada, toda mi escuela muere por ti, estoy segura de que el chico que te gusta, también gusta de ti.-
-Jamás dije que era un chico con quien yo quería ir.- y una sonrisa apareció en su rostro.
Me sentí nerviosa ante sus palabras.
-¿Con quién querías ir?- pregunté en un susurro.
-¿Estas segura de que toda tu escuela muere por mí?- me preguntó mientras suavemente se acercaba a mi rostro. Yo asentí en respuesta.- ¿Incluso tú?-
Y sus ojos me miraban fijamente.Me sentía dispuesta a decir la verdad y no creo que eso era lo más conveniente.
-¿Por qué me ayudaste?- dije tratando de cambiar el tema.
Ella sonrió notando mi nerviosismo.
-¿Querías que los policías te atrapen?-
-No pero estábamos dentro de los límites de guerra. En todo este tiempo nos hemos dedicado a gastarnos bromas y a hacernos la vida imposible. Hubiera resultado fácil para ti dejarme ahí como otra merecida venganza.-
-Mis bromas no van para ti.- respondió ella con una tierna sonrisa.- Mi objetivo es la “niñita de mami” tu solo sufres los daños colaterales.-
-¿Entonces Dinah no me odia? ¿Sus bromas también van para Normani?-
-Bueno…- dijo ella incapaz de terminar la frase.
-Sus bromas si van para mí.- entendí. –De todas formas creo que si Dinah se entera de que me ayudaste, no estará muy feliz de saberlo.-
-Ella no decide sobre mis acciones.- dijo con firmeza.- No iba a dejarte ahí y no iba a permitir que algo malo te sucediera.-
Ella me miraba mientras decía aquello con mucha seguridad.