-¿Estas bien?- le pregunté mientras colocaba un pequeño mechón de cabello tras su oreja. Ella seguía mirándome.
-Me… me llamaste Lolo.-
-¿Lo hice?- pregunté dudosa.- Lo siento, no lo recuerdo…- fui sincera.- Creo que lo último que hacía en ese momento era pensar en cosas coherentes.-
Ella me regaló una sonrisa forzada antes de bajar de mi cuerpo, llevándome con ella para envolverme en un fuerte abrazo.
Coloqué mi cabeza en su pecho y sentí como depositó un largo beso en mi cabello.
-¿Te molestó que te llamara de esa manera?- pregunté sin entender el motivo de su expresión.
-No, amor.- respondió suavemente.- Me gusta ese apodo, es solo que… me tomó desprevenida.-
-¿Estas segura?- pregunté levantándome ligeramente para encontrarme con su mirada. –Puedo cambiarlo si no te gusta.- ella sonrió.- ¿Qué te parece… Lern Jergi?-
-¿Lern Jergi?- soltó una encantadora risa.
-¿No?- pregunté empezando a atacar su cuerpo en una guerra de cosquillas. Ella reía a más no poder.
-Camz, para.-
Su risa era la octava maravilla del mundo.
-¿Quieres que pare, Lern Jergi?- ella se retorcía bajo mi cuerpo sin dejar de reír.
-Camz…-
-Dime.- hablé inocente sin detenerme.
-Te quiero, Camz.-
Sus palabras me hicieron detener pero solo para atacarla en un suave y largo beso.
Su manera de besar era increíble.
Sus labios era mi placer culpable.
-Mía.- susurré cuando nuestro beso terminó.
-¿Tuya?- preguntó con un increíble brillo en la mirada.
-Eres mía.- repetí dejando un pequeño beso en sus labios antes de volver a recostarme en su pecho.- Mía será tu nuevo apodo.-
Ella rio y volvió a besar mi cabeza.
-Fui tuya desde el primer instante en el que te vi.-
Los días pasaron y mi relación con Lauren era cada vez más estable. Empezaba a conocer pequeños detalles de ella, de su vida, de sus amistades pero nada realmente profundo.
A veces creía que ella decidía o controlaba aquello que llegaba a mostrarme. A veces todo parecía tan calculado.
-Vamos, Mila… la Revolución Francesa fue en el año…- esa era Normani preguntándome por tercera vez la misma pregunta.
-1789- respondió mientras depositaba un pequeño beso en mi cabeza antes de dejar las tasas de café sobre la mesa.
-Gracias, amor.- respondí feliz.- 1789.-
Normani volteó los ojos antes de tomar su bebida.- Deja que responda ella, Jauregui.-
-Parece cansada.- dijo mirándome.- Porque no toman un receso…-
-Siiii...-
-No.- cortó firme mi emoción.- Mila, la prueba de historia será mañana y si fallas, tus padres te mataran… y luego a ti.- terminó con una enorme sonrisa mientras miraba a Lauren.
-Normani tiene razón, debes estudiar, Camz.- dijo con una expresión preocupada en su rostro.
Tal vez temía que fallara en mi prueba. O tal vez temía por su vida.