Capítulo 13

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(〜^∇^)〜 Semana uno \(^ω^\)





Él podía, Magnus estaba convencido de que podría ayudar a su madre... o al menos quería creerlo, es decir, por más inútil, borrachina y fumadora que fuera su madre, debería haber algún lado humano dentro de ella, es decir, ella estaba así porque su padre la había dejado, así que a pesar que su humanidad se componía de autocompasión, miseria, odio, resentimiento y demás, tenía humanidad... algo oscura, pero la tenía.

Y Magnus estaba dispuesto esforzarse con demasía para rescatarla, al menos como última buena acción para con su madre antes de marcharse con Alec para ser feliz, porque Magnus comenzaba a creer que quizás Alec tenía razón, quizás ya era hora de que fuera feliz, quizás se lo merecía más de lo que él mismo creía.

-Hola madre –dije tan pronto como entré al tráiler y la encontré sentada en el mismo sofá.

Magnus trató de poner su mejor cara y de ser paciente con ella, por más asco que le diera verla sin hacer nada en absoluto mientras fumaba y bebía como cantinero de mala muerte.

- ¿Qué quieres? –Gruñó molesta y el moreno tragó grueso obligando a controlarse.

-Sólo quería decirte que ya llegué del súper, traje la comida ¿quieres algo en especial?

-Qué te calles.

Magnus la fulminó con la mirada por la espalda antes de dirigirse a la cocina.

-Entonces espaguetis será –murmuró intentando no arrojarle un sartén en la cabeza a la mujer.






(ಥ_ಥ)






Después de una hora de esfuerzo de Magnus para por fin poder conseguir preparar una deliciosa comida para su madre, quería tenerla bien, así quizás ella se ablandara un poco.

Sí, Bueno... eso fue lo que Magnus planeó...

- ¡Esto está asqueroso! –Espetó botando el plato de comida al suelo. Magnus apretó con fuerza la mandíbula. – ¿Pasa algo pequeño inútil? –Preguntó ella mirándolo con desprecio.

«Sí, pasa que la comida quizás te sepa mal porque te has fumado seis cajetillas de cigarrillos solo hoy y el sabor a tabaco impregna tu boca no dejándote saborear nada lo suficientemente bueno»

-No, nada en absoluto.

-Bien –la mujer también probó un poco el jugo qué Magnus había preparado y lo escupió –está realmente asqueroso –dijo antes de tirarlo al suelo –no sabes cocinar, me decepciones... no... en realidad no, ya no espero nada de ti, pequeña basura –le espetó antes de dirigirse a su lugar en el sofá.

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