Capítulo 22

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- ¿En serio te tienes que ir? –Le preguntó Magnus haciendo un puchero.

Alec acarició suavemente la mejilla de su novio.

-Lo lamento, pero sí.

- ¿De todas formas a dónde vas?

El ojiazul escondió su rostro en el cuello de su chico.

-Cosas de trabajo –mintió, sabía que si Magnus no lo veía a rostro, entonces no detectaría la mentira.

-Está bien garbancito –dijo el moreno mientras acariciaba el cabello de su novio –vuelve pronto, no te has ido y ya te extraño.

Alec besó el cuello de su chico antes de mirarlo a los ojos para besarle suavemente los labios.

-Bien, vendré pronto, te lo prometo.

Magnus sonrió y mordió el labio inferior de Alec, quién gruñó complacido.

-Ahora no quiero irme.

-Pues no te vayas.

-Tengo que.

Alec acunó contra su pecho a su novio.

-No quiero –musitó el menor mientras acariciaba el pecho a su novio el cual lo besó suavemente antes de ponerse en pie.

-Duerme.

-Quiero esperarte despierto, dijiste que no tardarías.

-No lo haré, pero debes descansar.

-Ya lo sé, se ha vuelto tu mantra.

Alec rió suavemente.

-Te veré más tarde –dijo sonriendo antes de cubrir hasta el cuello a su novio con la manta y besar su frente; se retiró de su habitación y su casa para ir a pandemónium con Jonathan, eso era un grave error.







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-Eso fue un gran error, no debería estar aquí.

-Vamos a Alec no puedes negar que me extrañaste.

-En realidad si puedo hacerlo porque en realidad no pensé ni un poco en ti.

Bueno eso era mentira, desde que habían terminado Alec siempre había pensado en Jonathan, en lo mucho que lo extrañaba, pero luego había conocido a Magnus, ese moreno con ojos increíblemente bellos, piel suave y tersa, reservado y roto, ese bellísimo chico le había robado el corazón y Jonathan de repente dejó de existir para él, sólo le importaba Magnus y nada más, incluso estaba allí por Magnus, sabía de lo que era capaz de Jonathan y no quería que su novio saliera herido por culpa del psicópata de su ex novio, no tenía que darle razones para enojarlo.

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