como una tormenta solar

92 15 2
                                    


Fue de repente, como una tormenta solar.

Quemó todos mis huesos y los ángeles se fumaron mis cenizas flotantes en el cielo.

No me arrepiento de haberme puesto un puñal de cobre en la punta de la lengua.

No me arrepiento de las gotas azul metálico suspendidas en mis fosas nasales.

Quise ayudarte a encontrarte y termine perdiéndome a mi mismo.

Supongo que a veces está bien ser un poco egoísta; ya no tengo espinas en los zapatos, puedo caminar bien.

Me dejé llevar por las margaritas sangrientas, de esas que te hacen reír como loco antes de entumecerte.

Estoy tan lleno de golpes que no se ven.

Tengo una sonrisa de hielo congelada en la curva izquierda de mis labios.

Y un diamante de fuego colgándome en las manos.


¿De qué estamos hechos después de todo, mi amor? No somos más que barro con arterias.

atrapado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora