el narrador de cuentos

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Y llegamos al clímax de la historia, el príncipe negro arrancó todas las rosas del jardín.

Pero olvidó que las espinas habían caído en manos de la princesa equivocada.

Se apuñaló diecisiete veces y bailó solo hasta que la luna menguó.

Entonces inhaló con ganas y se rió, se rió hasta que su plástico rostro de cerámica se rompió.

Y nadie lloro, todos rieron con él.
Todos siempre ríen con él.

Porque el príncipe negro siempre trae pañuelos para quienes lloran.

Ahogan sus lágrimas, y también su oxígeno.

Porque el príncipe negro era más oscuro que un eclipse en Ego Planeta.

atrapado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora