demencia.

96 15 2
                                    


Nos imponen desde pequeños cómo debemos ser, qué debemos hacer, cuál es nuestro propósito en el planeta, qué no debemos tocar, qué es incorrecto, qué está socialmente aceptado y qué está jodidamente mal.

Crecemos derrumbando ilusiones y con miedo a quitar el sello de nuestros labios que contiene todos los pensamientos que el mundo reprimió.

"No te desvíes de la línea de lo normal, de lo correcto, de lo contrario, estarás más cagado de lo que ya estás" ¿Cómo mierda aún hay gente que es rechazada por su propia familia tan solo por darse un maldito beso? ¿Hasta cuándo seguirán habiendo niños suicidándose porque la sociedad les hizo sentirse una basura solo por ser ellos mismos? ¿Desde cuándo le dimos más importancia al miedo que a la felicidad?


Y me voy a quejar todo lo que quiera, y voy a alzar mi voz, y voy a seguir peleando porque todos están tan cegados que duele ser el único que se rehúse a aceptar pasos impuestos por adultos muertos en vida. No somos un zoológico de causas y efectos, no somos animales para guiarnos por el instinto, somos racionales, y si no, seámoslo para no llenar de errores e inculcarles miedo a nuestras futuras generaciones.


Tengo 17 años de edad, cuando salgo a la calle me tengo que tragar miradas de asco al inscribirme en la matrícula para estudiar en la universidad, por el simple hecho de que mi nombre biológico siga malditamente escrito en mi documento de identidad, que irónicamente no refleja mi identidad. No puedo cambiar esta sociedad de mierda y secar las lágrimas de mi sobrino de 5 años cuando su padre le dio una bofetada por pintarse las uñas, no puedo abrirle los ojos al mundo y sacarlos de su ignorancia, de su mediocridad, de sus vidas plásticas e imbéciles. 

Y sé que hay límites para todo, pero qué sucede cuándo ni si quiera estamos cerca a romperlos y aún así se nos cierran las puertas a cualquier maldito lugar en el que queramos expresar nuestra felicidad.


Y te dolerá, padre, cuando tu hijo cruce esa puerta y no lo vuelvas a ver nunca más.

Y te romperá, madre, cuando tu hija acabe con su vida y deje una carta diciendo "lo intenté"


Y te irás, alma perdida, sin darle al mundo una oportunidad porque a ti jamás te dieron alguna.

Y te irás, frustrado y sin ganas de luchar, cuando pudiste haberte quedado y mejorar un mundo que poco a poco se está muriendo.





Una reflexión porque de noche hay más inspiración xdxdxd. Se viene Navidad, Año Nuevo y huevadas festivas pero que unen mucho más.

atrapado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora