He estado divagando, silbando entre rosas negras de funeral y no he encontrado una sola gota de vida. Quizás arriesgué demasiado, dándolo todo por vanidades y falacias. Al final fuiste lo que todos decían que eras, irreal. Y para serte sincero, me encanta la ciencia ficción, pero tú eres ese libro de barro que se deshace entre sábanas húmedas.
Pero te doy gracias, por enseñarme qué es prioridad en un circulo dividido en cuatro partes. Fortaleza para no derrumbarte, paciencia para no tomar justicia por tus propias manos, razón para decidir quiénes valen realmente la pena, y sobre todo, princesa, dureza, debí aprender a decir que no muchas veces, a terminar de disparar a los pájaros heridos, y no dejar que terminen por herirme a mí con garras de 4719 kilómetros.
El tiempo se ha acabado para nosotros, le hemos puesto ya el punto final.
Ojalá encuentres a alguien que no esté dispuesto a sacrificar su propia vida por dártelo todo, porque cuando lo haga le arrancarás las alas y ya no podrá volar contigo, y tú no querrías que la historia se repita.
Después de todo, no somos más que hilos desgastados, tú los cortaste, y creímos que eran irrompibles.
Solía conservar tus risas de madrugada y tu llanto por las noches, tus quejidos y la manera gloriosa que tenías de gritar un orgasmo, nuestras huevadas, nuestros momentos de mierda, nuestras promesas y nuestros anillos, los tenía guardados en un cajón, pero ahora aquel cajón no volverá a ser abierto.
Quizás en un universo alterno nos ha ido mejor pero en este la historia fue distinta, y estoy agradecido por ello.
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atrapado.
Non-FictionMenos prejuicio y más empatía. Mi historia. Chico transgénero. Léela si te interesa, te sientes identificado o por simple curiosidad. Aquí plasmo mis pensamientos, y todo aquello que siempre me he guardado.
