Trust - Justin Bieber

Capítulo 5

"Solo quiero que no te olvides de mí tan fácilmente."

La poca cordura que me quedaba me abandonó en aquella habitación de New York y ahora, estábamos Justin y yo. Solos. Abro mi boca dando total acceso a su lengua cálida y con ganas de reencontrarse con la mía que no tardó en fundirse en un baile con mi lengua. Caminó hacia la cama sin interrumpir nuestro beso y mis manos se dirigieron hacia sus pantalones para desabrocharlos rápidamente. Porque las prendas de ropa comenzaban a estorbar entre nosotros. Antes de caer a la cama, me deshice de sus pantalones y aprecié su cuerpo maravillada. Si ya me volvía loca con ropa, sin ella era indescriptible.

Acaricié su pecho con mis manos y Justin gimió sobre mis labios, aun así no me detengo y conforme voy deslizando mis dedos percibo el tacto de su piel, cálida y suave. Estaba disfrutando de la sensación, mis dedos recorrieron su torso explorando cada zona de su cuerpo pero cuando sus labios dejan los míos un quejido sale de mi boca por haber perdido su contacto, no quiero que se aparte de mí. Justin sonríe y no me da tiempo a reclamarle porque empieza a trazar un camino de besos por mi cuello, lamiendo y succionando mi piel.

Mi cuerpo está ardiendo, siento que necesito más de él. Justin se para en mi clavícula y deposita un beso, pero cuando sus dientes toman el protagonismo gimo por el contacto.

- Vas a volverme loca, Bieber. –Murmuro con la respiración agitada.

- ¿Más aún, Carrie? –Sus labios se separan de la piel de mi cuerpo y me mira. Sus ojos están oscurecidos. Las manos de Justin se posan en mis caderas y las desliza por el interior del pantalón para quitármelo.

Me muevo un poco hacia él y nuestros cuerpos se rozan, Justin gime por el contacto y aparto mis pantalones con rapidez. Los oigo caer al suelo y sonrío con malicia.

- ¿A qué se debe esta cruz en tu pecho? –Le digo mirándola y recorro con mi lengua aquella zona.- ¿Todo por tu fe en Dios?

Justin asiente cerrando sus ojos y le escucho gemir por la sensación de mi cálida lengua sobre su pecho que ahora mismo parecía arder. Mis manos se ahuecan en sus mejillas y lo atraigo hacia mí para unir nuestros labios en un casto beso.

Se deshace de mi sujetador de un movimiento y no deja de acariciar cada centímetro de mi piel, haciendo que mi pulso se acelere en su camino. Rodamos en aquella cama y siento su erección en mi entrepierna de nuevo, lo que me hace gemir porque a estas alturas estaba deseando de tenerlo dentro de mí.

- No sabes las ganas que te tenía... -Susurra separándose de mi boca, recuperando el aire de sus pulmones.

- Demuéstramelo... -Confieso mordiendo su labio y se coloca entre mis piernas; de golpe noto la presión de su erección chocar contra mi feminidad y me estremezco con un gemido.

Justin comienza a dejar besos húmedos por mi cuello hasta la zona de mis pechos y me arqueo hacia él cuando su lengua envuelve mi punto más sensible. Varios gemidos se escapan por mi boca sin remediarlo, en ese momento ni siquiera pensaba en nada, solo en nosotros dos fundiéndonos en esa cama y dando rienda suelta al placer que nos proporcionábamos.

Mis dedos siguen jugando con su pelo sin querer que se separe de ahí, se sentía como si estuviera en el paraíso. Y no quería billete de vuelta a la realidad. Sus manos viajaron hasta mi trasero y lo siento dar un apretón; Justin se deshizo del tanga que llevaba puesto y me miró a través de sus pestañas con el deseo reflejado en sus pupilas.

- Uhm... ¿vas a castigarme ya? –Muerdo mi labio inferior.

Obtengo una sonrisa por parte de Justin y me guiña el ojo.- Más bien será un castigo placentero...