Segunda Temporada » PRÓLOGO

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7 meses después...

Domingo, 5 de febrero 2017.

Abrí los ojos y no precisamente por la claridad que había en la habitación a esas horas de la mañana. El sonido de la televisión me hizo emitir un quejido y suspiré profundamente antes de salir de la cama.

Me puse una sudadera y un pantalón de chándal para caminar por mi casa con comodidad. Para un día que podía dormir todo lo que quería, no podía por otros factores ajenos al trabajo.

─ ¿Por qué estás despierta desde tan temprano? –Dije entrando al salón─ Son las ocho de la mañana, Amani. –Chasqueé la lengua─ Deberíamos dormir, cariño. –Murmuré.

─ No puedo dormir. –Se encogió de hombros─ Estoy pintando, espero que no te moleste. –Levantó sus ojos hacia mí y la miré. Mi sobrina estaba sentada sobre la alfombra con pinturas y papeles de periódicos a su alrededor.

Agité mi mano sin importancia y me senté en el sofá todavía intentando salir del trance mañanero. Necesitaba espabilarme de una vez por todas.

─ Haré el desayuno, ¿vale? –Sonreí viendo los dibujos que había en la televisión.

Besé su coronilla antes de salir de allí y caminé hasta el baño para lavarme la cara. El agua consiguió refrescarme y borrar todo rastro de sueño que podía quedar. Me sequé con una toalla y regresé a la cocina para hacer el desayuno para las dos.

Esta última semana había sido muy dura, sobre todo para mi sobrina Amani. Su madre tuvo complicaciones en la recta final del embarazo con hemorragias y había estado ingresada en el hospital. Por lo que opté por decirle a mi hermano Rich que dejara a su hija a mi cargo y así prestaría más atención a su mujer. Me encargué de llevarla día a día al colegio y ayudarle con su tarea.

Alaina estaba esperando a una niña y hasta final de mes no daría a luz, a menos que su parto se adelantara. Todos teníamos mucha ilusión en la llegada de la pequeña después de los meses tan duros que nos había hecho pasar.

Cuando preparé su bol con cereales e hice mi café, lo coloqué en una bandeja para llevarla hasta el salón.

─ Venga, deja de pintar por un rato. Ahora continúas. –Sonreí mirándola.

Mi sobrina intentó quitarlo todo lo más rápido posible pero no pudo así que opté por ayudarla. Dejé la bandeja sobre un extremo de la mesita y le ayudé a quitar los papeles que nos impedían movernos con libertad por allí.

─ ¿Vamos a hacer algo hoy? ¿Iremos a casa de la tía Laura? –Dijo curiosa, cerrando los botes de témpera.

─ Sí, iremos esta tarde, ¿vale? –Sonreí─ También llamaremos a tus papás y haremos vídeo llamada con ellos.

─ Vale. –Musitó concentrada en guardar los botes en la pequeña caja─ ¿Cuándo volveré a mi casa?

─ Pronto, cariño, en dos días le darán el alta a tu mamá y ya podrás estar con ellos. –Añadí recogiendo las revistas─ ¿No te gusta estar conmigo? –Arrugué mi frente prestando atención a su reacción.

Amani soltó una pequeña risita.

─ Claro que sí, tía Carrie. Me lo paso muy bien contigo. Pero quiero ver ya a mi hermanita.

─ Todavía te queda un poco, hasta final de mes, seguramente no la podremos conocer.

─ ¿Vas a quererla más que a mí? –Me miró con aire preocupado.

Hice una mueca y me agaché hasta quedar a su altura.

─ Amani, os voy a querer a las dos por igual. –Besé su mejilla─ Aunque tu hermanita vaya a ser la pequeña de la familia, no dejarás de ser la consentida de la tía. –Deslicé mi mano por su pelo que llegaba justo por su hombro─ Y de tus papás también, ellos te querrán más aún porque serás la hermana mayor y tienes que ser más responsable.

Trust - Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora