Capítulo 3 · Preocupación

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Había sido una semana muy dura. Pero por fin había llegado el viernes. Por fin iba a poder descansar y desconectar de todo el trabajo que había pendiente. Cuándo decía que no iba a hacer absolutamente nada, estaba empeñada en cumplirlo. Mi misión durante el fin de semana iba a ser: dormir. Tenía que recargar las pilas de cara a la próxima semana.

Me había quedado sola en el apartamento porque el martes le dieron por fin el alta a mi cuñada. Me había encargado de llevarles a su casa a Amani, estaba feliz por volver a estar con sus padres. Todo lo contrario a mí. Ahora se había quedado un profundo vacío en los rincones de mi casa sin su presencia. Ella me dijo que vendría a visitarme cuántas veces pudiera porque quería seguir haciendo muñecos de nieve conmigo o pintar.

Solamente pensaba en las visitas de Zayn. Era el único que actualmente me sacaba de la monotonía, me hacía desconectar de mi estrés en el trabajo y podía relajarme con él tomando una copa. Desde el miércoles no le veía ya que tenía que grabar varios comerciales y viajó fuera de New York.

— Pensaba que no ibas a cogerme la llamada. –Me burlé entre risas, sin apartar mi mirada de la carretera.

— Pues pensaste mal, Carrie. –Habló Elsa con cierta crispación en su voz.

Mi amiga se había ido de viaje a Hawái aprovechando sus días de descanso para alejarse del frío infernal de New York. Se fue con su novio; un chico llamado Michael que llegó nuevo a su trabajo a finales de verano. Congeniaron muy bien y en cuestión de meses, decidieron intentarlo. Y hasta el momento, no habían tenido ningún problema.

Envidiaba su relación porque se habían vuelto inseparables. Aunque en ciertos momentos me llegaba a dar asco.

— ¿Llamo en un mal momento? –Pregunté en medio del silencio que habíamos formado, mis ojos se desviaron al reloj del teléfono en cuánto escuché el rugido de mi estómago, eran las dos del mediodía.

— Son las ocho y me acabas de despertar, pero no importa. Te lo perdono porque así aprovecho el día de playa con Michael. –Sonrió.

— ¿Qué tal las vacaciones con él? Imagino que estarás aprovechando...

— Sí Carrie, tanto como tú lo habrás hecho con Zayn. –Dijo interrumpiéndome y ambas reímos con una sonora carcajada.

— Idiota, claro que no. –Me defendí— He estado a cargo de mi sobrina y el único día que hemos estado juntos fue el miércoles. Ahora está de viaje.

— ¿Y el día que estuvisteis juntos os quedasteis mirando a la pared? –La escuché contener su risa y apreté mis labios en una fina línea.

— Elsa, por dios. –Rodé los ojos y di un suspiro— Te aseguro que no nos aburrimos en ningún momento.

— Vale, gracias. Pero quiero detalles.

— No voy a dar ningún detalle y menos por teléfono.

— Oh, bueno, entonces te los daré yo. –Se atrevió a decir. Escuché el sonido de la puerta cerrarse y fruncí el ceño mientras controlaba el tráfico para evitar un accidente— Michael es increíble en la cama, me hace disfrutar como nadie nunca lo había hecho antes.

— ¡Elsa! ¡Te va a escuchar! –Grité abriendo mis ojos de par en par.

— Shhh. Cállate, estoy encerrada en el baño y él está dormido.

— Vale, me queda claro. Ten cuidado por si en este viaje surge una nueva barriga.

— ¿Insinúas que voy a quedarme embarazada?

— ¿Y por qué no ibas a quedarte embarazada? Si según tú estás aprovechando el viaje en Hawái, todo puede pasar... —Dije con un tono sugerente.

Trust - Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora