Capítulo 26

2.9K 232 295
                                    

"¿Por qué he estado perdiendo mi tiempo contigo?"

Carrie's Point of View.

Al salir del baño con el pijama puesto, me percaté que Justin no estaba allí. No había ni rastro tampoco de sus pertenencias o de Esther. Puse mis ojos en blanco y caminé hasta la cama a paso lento, intentando asimilar todo lo que había pasado durante el día.

Quizás si era verdad que me había extrañado y al ver las fotos había pensado mal por el mero hecho de estar con Hailey Baldwin a su lado. Pero, ¿por qué se comportaba así con ella? ¿Por qué seguía dándole esperanzas? Ella me había dicho que iban a intentarlo y, de ser así, ¿por qué estaba yo en medio?

Y lo peor del asunto: ¿por qué me sentía tan mal por lo que estaba pasando?

Sentía una enorme molestia dentro de mí, aunque no quisiera reconocerlo. Tal vez sí que estaba celosa, pero no iba a dejar que Hailey me pisoteara cada vez que ella quisiera. Si ella podía, ¿por qué yo no iba a hacerlo?

Pasé mis manos por el colchón y apoyé mi espalda en él, relajándome por completo después de un día tan largo. Justin había vuelto, estábamos en el mismo hotel y todo había acabado mal entre los dos. Lo había rechazado porque odiaba que jugara con las dos, en ese supuesto caso.

Yo no era un objeto de usar y tirar con el que se podía divertir mientras aclaraba o no sus sentimientos respecto a Hailey. Solo pedía un poco de coherencia, porque si no estaba capacitado para estar centrado de lleno en alguien, no tenía la necesidad de haber hecho un pacto –que aunque eran simples palabras─ para acostarnos solamente entre los dos. Sin nadie más.

Mi cabeza intentaba ponerse en su situación, podía llegar a entender su amistad hasta cierto punto. Pero Hailey tenía sentimientos por Justin y yo lo sabía, aunque él no me creyera, cada día estaba más segura de eso.

Y su amistad con él –nuevamente─ había servido para unirlos más si cabía.

Cerré los ojos y Oliver vino a mi mente por cuestión de minutos. La conversación que mantuvieron mis hermanos y mi padre respecto a él, me hizo sentir feliz porque iba a recuperar lo que era mío. Aunque llegué a pensar que no se merecía nuestros insultos, ahora me quedaba clara la clase de persona que estaba hecha.

Una leve sonrisa se escapó de mis labios, Justin había conseguido que me olvidara de él desde que pisé New York. Gracias a él no había más tristeza en mi cara, y si había felicidad. Sumida entre mis pensamientos, me quedé dormida sobre la cama, echando de menos la compañía de Justin que no sabía dónde había ido.

Cuando desperté por la claridad reflejada en la habitación, miré el teléfono con curiosidad para averiguar qué hora era. Tras meditar por unos segundos si levantarme o no, decidí hacerlo. Bostecé de camino al baño y el hecho de pensar en lo que tenía que hacer, hacía que no quisiera salir de la cama.

Me senté en la cafetería del hotel cuando estuve arreglada, había pedido un café y dos tostadas de mermelada de fresa para saciar el hambre de mi estómago. Dejé la taza sobre el plato y mis ojos observaron a Justin entrar con la mirada perdida con Esther bajo el brazo.

─ ¿Puedo sentarme contigo o también vas a rechazarme? –Dijo inclinándose hacia mí.

Me encogí de hombros y el chico de ojos mieles lo interpretó como un sí ya que no tardó ni un segundo en sentarse en la silla que había frente a mí con Esther en su regazo.

─ ¿Cómo estás? –Habló de nuevo y cogí una tostada para proceder a ingerirla.

─ Bien, ¿y tú? ¿Cómo has dormido? –Le dije mirándole a los ojos.

Trust - Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora