Trust - Justin Bieber

Capítulo 16 · La gira está cancelada

— Carrie, todo va a salir bien, ¿me escuchas? –Su voz, esta vez más seria, me hizo apartar la mirada del cristal— Solo te pido un esfuerzo más, necesitas estar bien y transmitir fuerzas a tu familia.

— Ya me he cansado de ser fuerte, Justin. —Limpié las lágrimas que caían por mis mejillas.

Justin me observó y ni siquiera me hizo sonreír aquel rostro que tanto extrañaba en estos momentos. Keith y Roy estaban llegando a mi apartamento por fin. Lo necesitaba. Lo que más deseaba en estos momentos era encerrarme en mi habitación, gritar y desahogarme. Estaba viviendo un infierno desde que Amani desapareció y no había ni una pista sobre su paradero. Me preocupaba la idea de no volver a verla nunca más.

¿Y si el caso lo cerraban por falta de pruebas o porque nadie sabía nada? ¿Y si se la llevaron a otro país para traficar con ella?

Mi estómago se encogió con aquellas preguntas que desearía no haberme formulado nunca. Pero no dejaba de pensar en cualquier posibilidad. Había mucha gente mala que se divertía viendo sufrir a los demás. Y lo peor era que, había gente capaz de negociar con seres tan inocentes a costa de muchísimo dinero.

— Gatita, ¿me estás escuchando? –La voz de Justin llegó a mis oídos y sacudí mi cabeza.

— Oh, sí, sí... –Murmuré apoyando mi cabeza en el cristal de la ventana.

— ¿Qué estaba diciendo? –Me preguntó, pero muy en el fondo, él sabía que yo ni siquiera había prestado atención a sus palabras porque seguía en el limbo pensando en teorías que daban miedo.

Resoplé agobiada y negué con la cabeza.

— No te escuché... —Musité—, lo siento... pensaba en alguna remota posibilidad...

Justin deslizó sus dedos por su mandíbula y una mueca tiró de sus labios.

— ¿Qué dijiste? –Le dije.

— Que si tus hermanos grabaron el momento en el que tú entrabas a Hillsong, es que no quiero perderme eso por nada del mundo.

Automáticamente mis ojos se pusieron en blanco.

— No. –Respondí tajantemente— Tampoco me hubiera dejado, ya te dije que lo hice por mi hermano y mi cuñada.

— Lo sé, Gatita. Me alegro que lo hagas por esa causa.

— ¿Y qué tal te está yendo por Australia? –Dije interesándome por él.

— Bien, aunque estaría mucho mejor si estuvieras aquí conmigo...estas ciudades son increíbles, podemos salir con mucha libertad sin sentir ese agobio de los fans... –Sonrió— Me quedan cuatro conciertos aquí antes de empezar la gira por Latinoamérica.

— Sí... apenas nos vamos a ver en los próximos meses. Tienes los conciertos muy seguidos y no tendrás margen para venir hasta New York. –Me lamenté.

— Lo sé, marzo y abril están repletos de actuaciones pero sabes que pasará rápido y volveremos a reunirnos muy pronto.

— Eso espero... me haces tanta falta, Juguetito... —Susurré mirando su figura en la pantalla. Apenas se movía por la habitación, solo estaba junto al teléfono pendiente a mí y mis movimientos.

— Carrie, te quiero, ¿lo sabes, verdad? –Dijo con seguridad y asentí por su pregunta— No quiero que dudes ni un minuto de esto, lo eres todo para mí. Cada día lo tengo más claro.

Sonreí sin mostrarle mis dientes. – Lo sé y es mutuo, Juguetito.

Cuando me di cuenta, Keith y Roy apagaron el motor del vehículo y decidí que era momento de cortar el FaceTime con Justin. Bajé del coche y sentí sus miradas sobre mi cuerpo de una forma que me incomodó.