Capítulo 21

3.3K 208 269
                                    

"¿Estás celosa porque Justin te ha dejado en un segundo plano?"

Me miré en el espejo de la habitación mientras soltaba aire por mi boca, me había quitado las gafas que llevaba y deslicé la yema de mis dedos por debajo del ojo. Con el golpe que me había dado Oliver, la montura de mis gafas me habían rozado aquella zona y ahora me había salido un pequeño moretón allí debajo.

Por suerte, no era lo bastante grande para terminar pareciéndome a un mapache.

Justin se puso a mi lado y me rodeó con su brazo para atraerme a él, habíamos regresado para que pudiera recoger sus cosas y marcharse a Los Ángeles. Y tal y como lo habíamos acordado, yo iría a verlo los próximos días.

─ Es un desgraciado, no se merece ni un segundo más de tu atención. –Dijo mirándome atento a través del espejo.

Mis ojos se concentraron en los suyos y le dediqué una sonrisa. – Lo sé, Justin. Pero quería al menos intentarlo, no podía dejar las cosas así.

─ Te avisé de que no era una buena idea y tus hermanos si lo supieran, te hubieran dicho lo mismo que yo.

─ Sí, pero es algo que me concierne a mí. No quiero que carguen con una denuncia que no se merecen por ese malnacido que solo buscaba burlarse de mí. –Susurré sentándome sobre la cama.

Justin se quedó frente a mí, de tal manera que tenía que alzar la mirada para poder verlo. – Entiendo que te sientas culpable, pero ya lo que pasó, no tiene remedio, Carrie. –Murmuró─. Dios es justo y no dejará que se salga con la suya.

─ No lo es, porque de ser justo, no hubiera permitido que yo estuviera en esta situación ahora mismo. –Me encogí de hombros─. Es más, tampoco hubiera permitido que peleara con mi familia y mucho menos llegar al extremo de querer perderlos de vista para siempre.

Enganché mis dientes en mi labio inferior con fuerza sintiendo una dolorosa punzada en el pecho después de lo que había dicho. Todavía seguía sintiéndome mal por lo que había provocado.

El chico de ojos mieles se sentó a mi lado y acarició mi pierna con la mano. – Carrie, Dios te ha querido enseñar el camino. Primero te enseñó dónde está el mal, y ahora te está enseñando dónde está el bien, y lo encontrarás junto a tu familia, ¿entiendes?

─ Sí, y ya he aprendido la lección con todo lo que me hizo Oliver. Pero hubiera preferido no sufrir y mucho menos hacérselo pasar mal a mis padres y a mis hermanos. O lo que es peor... ─Maticé─ Decepcionarles.

─ No les has decepcionado. –Besó mi mejilla─. Ellos te adoran y lo harán siempre.

Sacudí la cabeza. – Dejémonos de charlas sobre Dios. Ya es hora de que te vayas, Bieber. –Sonreí levemente─. Tienes que regresar a Los Ángeles.

─ Y espero que en unos días, tú estés allí. –Me señaló con el dedo índice.

─ Claro que iré, ¿dudas de mí? ─Justin se encogió de hombros y abrí mi boca sorprendida─. Pues no dudes, porque estoy diciendo la verdad. Iré a ver a mi amiga en un rato para comer y planearemos el viaje a Los Ángeles, bueno, mi viaje y nuestra mentira. –Me reí.

─ No cuesta nada decir la verdad, Carrie. –Se levantó buscando a Esther por el suelo─. No tiene nada de malo decir que vienes a verme.

Abrí mis ojos sorprendida ante lo que había dicho. – ¿Por qué te tomas las cosas tan tranquilo? ¡Justin, mis hermanos cuando vean el vídeo nos van a matar! Bueno, sobre todo a ti. –Solté una carcajada.

─ No les tengo miedo. Es decir, no pasa nada que salgamos como amigos.

Rodé mis ojos. – No somos amigos y lo sabes.

Trust - Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora