Trust - Justin Bieber

Capítulo 7 · Roces

Carrie's Point of View.

Con una sonrisa, miraba a Zayn y Amani en el salón, estaba apoyada en el marco de la puerta y desde que salí a por agua, no se habían dado cuenta de que había regresado.

— Zayn, ahora canta una de tus canciones. —Aplaudió mi sobrina para volver a bajar la mirada hacia el papel que tenía sobre la mesa. Estaba sentada sobre la alfombra mientras coloreaba, y Zayn a su lado, con la guitarra sobre sus piernas.

Mis ojos no apartaban la vista de ninguno de los dos. No quería perderme detalle de nada.

Amani miraba al chico de pelo negro embelesada mientras él volvió tocar la guitarra en el salón y comenzaba a cantar una canción que recientemente había compuesto.

"Baby, let me be your man, so I can love you...
And if you let me be your man. Then I'll take care of you..."

— ¿Así piensas conquistar a mi sobrina? —Me burlé con una sonrisa, haciendo que levantara la cabeza del instrumento que sostenía y Amani me miró.

— Tía, ven y siéntate con nosotros. —Dijo palmeando su lado vacío, sonreí y rápidamente, accedí a sentarme con ellos.

— ¿Te lo has pasado bien, cielo? —Le pregunté besando su mejilla.

— Sí, la comida me gustó mucho. —Tocó su vientre satisfecha y jugué con varios mechones de su pelo.

Zayn continuó recitando ciertas estrofas de canciones que tenía mientras pasábamos la tarde en el salón de mi casa.

"We're drinking the finest label, dirty dancing on top of the table... Long walks on the beach in April. Yeah, I promise, darling, that I'll be faithful"

Aquella situación no hacía más que traerme malos recuerdos, o buenos. Según como lo mirara. Pero no quería atraer a mi mente a Justin. Y aunque a veces era imposible, trataba de no pensar en lo que habíamos vivido juntos.

Con una sonrisa, miré a Justin a mi lado, estábamos tumbados sobre la alfombra de mi salón y pese a que aún nos duraba el cansancio del viaje a Islandia, queríamos pasar el máximo tiempo juntos porque después, todo acabaría.

— ¿En qué piensas, Gatita? —Rodó hacia mi lado, acortando la distancia para estar prácticamente encima de mi cuerpo— Estás muy callada.

— Te voy a echar mucho de menos, Juguetito, por eso estoy pensando en algún plan que podamos hacer antes de que te vayas. —Le miré a los ojos con una sonrisa ligera— No quiero despegarme de ti en todo el día.

— ¿Ah, sí? —Apartó un mechón de mi pelo que caía por mi rostro y dejó varios besos en mi mejilla— Podemos ir a cenar fuera.

— Pero no tendremos intimidad... —Mordí mi labio inferior—, y quiero estar a tu lado sin tener que estar pendiente de los paparazzis. ¿Y si hacemos la cena aquí en mi casa?

— ¿Cocinar? ¿Los dos? —Arrugó su frente— Gatita, el frío de Islandia te ha afectado a la cabeza. —Se burló antes de besarme a los labios.

— Idiota, podemos buscar recetas en internet que nos ayuden. ¿Vale? ¿Elegimos ese plan? —Insistí mirando sus ojos de color avellana.

— No estoy seguro de si esa comida será comestible... puede que nos intoxiquemos de lo que pueda salir de ahí. —Volvió a reírse y por su culpa, me reí también.

— En ese caso, pediremos pizzas. Pero mientras, quiero intentarlo. Juntos, ¿vale, Juguetito?

Justin asintió y besé sus labios, atrayéndolo hacia mí para profundizarlo. No quería separarme de él. Se estaba convirtiendo en un refugio para mí. A su lado, todo estaba bien. No podía sentirme mal porque Justin siempre estaba dispuesto a levantarme. Y yo hacía lo mismo con él.