Trust - Justin Bieber

Capítulo 31

"Por fin voy a disfrutar de lo que siempre me perteneció".

20 de enero de 2016, New York.

Después de aquella loca bienvenida al 2016 en Miami, habíamos vuelto a la realidad. En todos estos días del primer mes del año, no había tenido noticias de Justin a excepción de lo que podía escuchar de mis hermanos cuando hablaban con él porque iban a la iglesia. Ni siquiera nos habíamos encontrado por los pasillos del hotel en el que nos hospedábamos los dos, tanto me extrañó aquel suceso que llegué a pensar que se había ido a vivir con Hailey para hacer vida de pareja o tal vez estuviera en Los Ángeles con ella.

Respecto a mi relación con Zayn, había mejorado y aunque él se encontraba viajando de un país a otro, no dudábamos en tener nuestros encuentros de forma esporádica para disfrutar cuando teníamos la oportunidad. Habíamos dejado de ser absolutos desconocidos entre nosotros.

Solté una bocanada de aire cuando cerré la puerta de la oficina para irme de allí, había terminado mi jornada en la fundación y el cansancio me pesaba, la cabeza me dolía y mi espalda pedía a gritos un masaje. Necesitaba vacaciones de nuevo y apenas había regresado de ellas.

─ ¿Ya te vas, Carrie? –Mi cuñada Alaina apareció por aquel pasillo y levanté la mirada de mi bolso cuando cogí las llaves de mi coche.

─ Sí, voy a ir a casa de mi amiga Elsa a comer. –Sonreí levemente.

─ Oh, perfecto... –Miró su reloj─. Yo me despediré de los chicos y también me iré, no sé nada de Rich en toda la mañana y debo ir a buscar a Amani al colegio.

Fruncí el ceño extrañada por sus palabras. – ¿No te ha llamado? Quizás esté con mi hermano Carl, se pasan los días juntos. –Puse mis ojos en blanco.

Alaina sonrió. – Seguro que sí. –Acarició mi brazo─. Bueno, te veo mañana, ¿vale?

Asentí. – Vale, ¿cómo está yendo tu tratamiento en estas últimas semanas? –Dije ladeando mi cabeza mientras veía como mi cuñada metía el teléfono en el bolsillo de la bata blanca que llevaba puesta.

─ Bueno, según la médica está yendo bien, pero todavía no es seguro al cien por cien de que funcione. Todo requiere su tiempo. –Se encogió de hombros.

─ Todo va a salir bien, ya lo verás. –Besé su mejilla─. Te veo mañana, dale un beso a Amani de mi parte.

─ Lo haré. –Asintió.

Saqué mi iPhone del bolso y miré que no había nada reflejado en las notificaciones de la pantalla. Lo volví a guardar y antes de cruzar la puerta, mis ojos se encontraron con mis dos hermanos riéndose junto a uno de los trabajadores de la fundación. Apresuradamente giré mi cuerpo en busca de Alaina pero no la vi por allí y volví a mirarles con cierta ofuscación. Antes de que me acercara, ellos ya se habían despedido de aquel chico y caminaron hacia mí.

─ ¿Qué hacéis aquí? –Pregunté con un tono de voz serio y distante.

─ Hemos venido a buscarte. –Carl me dio un abrazo y besó mi mejilla.

─ Exacto, tienes que venir con nosotros. –Rich hizo lo mismo, pero su abrazo fue más duradero y sentí que iba a ahogarme.

─ Rich déjame ya. –Le empujé un poco─ No puedo respirar. –Dije intentando exagerar un poco.

─ Cállate. –Desordenó mi pelo y le di un manotazo en su mano para que se detuviera─. Deja tu mal humor, porque te cambiará en cuestión de segundos. –Sonrió.

─ ¿Qué pasa? –Había incertidumbre en mis palabras, no entendía el por qué habían venido hasta aquí de aquella manera.

─ Te lo contaremos por el camino. –Rich me cogió del brazo─. Solo te diré, que el año no ha podido empezar de mejor manera.