Trust - Justin Bieber

Capítulo 6 · Hailey

Carrie's Point of View.

Desde que tomé la decisión de denunciar, no habían vuelto a aparecer en mi casa ni cartas ni fotografías y eso me hizo pensar que la policía estaba teniendo todo bajo control, por lo que ya no iba con miedo por las inmediaciones de mi apartamento.

Resoplé cuando vi la hora que marcaba el reloj, no quería ir a trabajar. Hacía un frío polar en las calles y estar bajo el edredón era todo un paraíso. No quería moverme en todo el día de la cama.

Solo quería estar acostada viendo series.

O en el mejor de los casos... con Zayn.

— ¿Tienes que ir a trabajar necesariamente? —Se quejó el chico de pelo moreno con voz adormecida, dándose la vuelta hacia mí para rodearme con sus brazos.

— Sí, tengo que ir... y es una obligación. —Murmuré con una sonrisa cuando sentí sus labios en mi cuello—. No me gusta dejarte solo pero es mi deber. Sabes que no puedo escaquearme porque tengo que ayudar a mis hermanos.

— Bueno, luego tendremos todo un día para estar juntos... —Me miró, dedicándome una sonrisa llena de picardía—, tenemos que aprovechar, ¿no crees?

— ¿No te ha sido suficiente lo que hicimos anoche? —Dije con cierta sorpresa en mis palabras.

Zayn negó con la cabeza y pegó sus labios junto a los míos.

— Creo que no, es imposible cansarme de ti, bonita.

— Aunque... hay un pequeño problema. —Mordí mi labio inferior segundos antes de besarle.

— ¿Qué sucede? —Me miró a los ojos recuperando el aire perdido.

— No te olvides de que al mediodía tengo que ir a recoger a mi sobrina Amani, mi hermano me escribió anoche porque ella quiere pasar el día conmigo y...

— Lo sé, pero no te preocupes por eso, lo pasaremos bien los tres. —Indicó sin dejar que terminara la frase, besando mi mejilla— Ya tendremos tiempo para nosotros toda la noche cuando ella se vaya.

— ¿Seguro? —Alcé mi ceja con ligera duda— Te quedaste para pasar el día conmigo y estando mi sobrina...

— Carrie, no me importa. Es parte de tu vida... —Recordó—, que estés con Amani no supone una molestia para mí, ¿vale?

— Vale, perdón... —Susurré tratando de no sonar insegura, no quería que pensara que apenas le prestaba atención—, ¿iremos a comer juntos cuando salga de trabajar con Amani?

— Por supuesto, me parece buena idea. —Sonrió sentándose sobre la cama mientras acomodaba su pelo hacia atrás.

Mis ojos se perdieron en toda la tinta que había impregnada en la piel de su torso, cada día que admiraba sus tatuajes me gustaban más y más. Y por la risa que soltó por su boca podría adivinar la cara que tenía en estos instantes.

— ¿Por qué te ríes? —Fruncí el ceño dejando escapar una sonrisa nerviosa. Me incorporé en la cama con las sábanas pegadas a mi pecho y le di un leve empujón.

— Por tu forma de mirarme. —Alargó su brazo para cogerme y pegarme a su cuerpo— Haces más difícil el tener que dejarte salir de la cama. —Me besó castamente.

— Hmm, ojalá pudiera quedarme... —Di un leve mordisco en su barbilla—, pero es hora de que me levante o llegaré tarde. —Hice un puchero con mis labios.

Su mano sujetó mi nuca y me acercó a él para profundizar el beso que me había dado, cuando nuestros pulmones nos pedían aire, fue el instante en el que nos separamos. El mismo momento en el que opté por salir de la cama para ir al baño. Con la sábana envuelta en mi cuerpo, cogí del armario la ropa que me pondría para el trabajo. Unos vaqueros de pitillo negros, un jersey de punto grueso de color gris y unos botines negros de tacón.