Capítulo 10 · Impotencia

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— Tengo que salir del hospital, quiero salir a buscar a mi hija. —Dijo Alaina sin contener las lágrimas— Estoy bien, estoy perfectamente y ya me quiero ir de aquí, mi hija es lo más importante ahora. No voy a esperar a que me den el alta mañana por la mañana.

Mi cuñada bajó de la cama y ni siquiera fue a abrazar a Rich. Intentó quitarse la pulsera de hospitalización de su mano y mi hermano se lo impidió.

— Suéltame, Rich. —Su tono fue muy serio— ¡Nuestra hija está en peligro a saber en manos de quién! ¡No intentes detenerme!

— Cariño, no podemos hacer nada. —Trató de hacerla entrar en razón— Aunque nos duela, la policía está trabajando para recuperarla, así que por favor, cálmate.

— ¿Quién se llevó a mi hija? ¿Por qué motivo? ¿Qué quieren de nosotros, Rich? —Le preguntó atropellándose con sus propias palabras, Rich la abrazó e inmediatamente mis padres fueron hacia ella.

Desde que habíamos puesto un pie en la habitación, mi hermano no supo como decir la noticia. Carl miraba a mis padres que tampoco creían lo que estaba sucediendo y Justin estaba cerca de la cuna de mi sobrina tratando de hacer caso omiso a la noticia tan trágica.

— Zoe te necesita ahora más que nunca, no puedes decaer, Alaina. Tanto ella como Amani estarán bien, Dios es bueno y él no permitirá que le hagan daño. —Mi madre miró a la pequeña en su cuna que comenzó a llorar por el jaleo y aquello bastó para que Alaina se desentendiera de nosotros.

— ¿Qué ha dicho la policía? Quiero saber todo, hablad por favor. No me ocultéis absolutamente nada. —Volvió a insistir, cuando cogió a su hija en brazos para calmarla. Justin la miró con una mueca y a su vez acarició la mejilla de Zoe.

Mis hermanos se giraron para verme y mordí mi labio nerviosa.

— Cuando... cuando llegué al colegio para recogerla me avisaron que en todo momento trataron de ponerse en contacto con vosotros, pero era imposible. Así que hasta que no llegué no me enteré... —Humedecí mis labios nerviosa—, la profesora me dijo que sucedió mientras hacían gimnasia en las inmediaciones del colegio. Allí todos jugaban con Amani, hasta que hicieron una nueva actividad y se dieron cuenta de que ella no estaba.

— ¿Y nadie se dio cuenta de que mi hija desapareció? —Siseó con regomello para evitar que Zoe no volviera a llorar— ¿Hay sospechosos ya? ¿Se pueden mirar imágenes de los negocios de las calles?

— No hay sospechosos hasta el momento... —Lamenté mordiendo mi labio inferior—, hicieron un recorrido por las cámaras y no vieron nada tan solo encontraron...

— ¿Qué? ¿Qué han encontrado Carrie? —Alaina me miró con desesperación.

— Sangre, encontraron sangre en la calle. —Carl me apoyó— La policía mandó a analizar si pertenece a Amani o no.

— No..., no..., eso no puede ser posible. ¿Me estáis tomando el pelo? —Las lágrimas caían por las mejillas de Alaina— ¿Seguro que no me ocultáis nada más? —Miró a su marido— Rich, por... por favor, esto tiene que ser una broma.

Rich le acercó nuevamente y la rodeó con sus brazos, sin decir nada las lágrimas de mi hermano recorrían en cascada sus mejillas.

— Todo va a estar bien, tenemos que mantener la calma... Lo haremos por ella y por Zoe. —Susurró— Todo quedará en un susto. Amani volverá con nosotros porque moveré cielo y tierra si es necesario, ¿vale? —Aseguró apretando sus labios.

— Quiero pensar que Amani estará bien pero es tan pequeña que...

— ¿Entonces si se confirma que la sangre es suya estaríamos hablando de un secuestro? —Dijo mi padre que pasaba su mano a través de su pelo blanco.

Trust - Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora