UN HECHIZERO EN APRIETOS

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-por aquí!- susurraba Zevon mientras Uma y sus compinches iban detrás de él. Lo habían estado siguiendo casi toda la noche hasta la muy bien escondida guarida del profesor Yen Sid, mas tarde la hija de Úrsula se daría cuenta que el torpe Zevon los había hecho dar vueltas innecesariamente ya que la casucha del viejo hechicero estaba no muy lejos del salón de belleza para villanos de Lady Tremaine. Una vez en la entrada Zevon susurro unas palabras al picaporte de la puerta y esta se abrió dejándolos pasar- o soy yo o esto fue muy fácil?- pregunto Gil un tanto nervioso.
-en efecto mis cómplices de crimen, esto solo es la entrada- explico Zevon dando un pisotón a una loseta de piedra muy bien camuflada en el viejo suelo de madera, a unos cuantos centímetros de ahí se abrió una trampilla que daba a unas escaleras- el camino es recto por una serie de túneles en el subsuelo...llegaremos a su laboratorio y si tenemos suerte no estará ahí y podremos hacernos con el libro- termino de explicar Zevon encendiendo una antorcha y bajando los escalones- vienen?

Los tres siguieron al chico con la antorcha que una vez abajo no servía de mucho pues los túneles eran espaciosos y obscuros. Uma apenas podía ver un palmo mas allá de su nariz todo era obscuridad- es hermoso- pensó mientras caminaban.
El eco de sus pasos se hacía mas y mas ruidoso conforme avanzaban por el túnel, Uma harta de que Gil la pisara cada dos pasos prefirió ir hasta atrás dejándolo enfrente de ella y Harry- ya sabemos el camino hasta el libro, podemos deshacernos de este payaso ya?!- le pregunto en un susurro Harry a lo que la mujer con un gruñido negativo contesto- tengo un trato con él, y el trato cambiara en cuanto sepa mas de esta...joya...
-como quiera, usted manda capitán- dijo el hombre desanimado.
- exacto!- dijo Uma mientras pensaba que clase de valor mágico podían tener esas insignificante piedras de colores, pero si había la mas mínima oportunidad de salir de ese lugar ella la tomaría y Mal pagaría con sangre su traición.

Para lo que al grupo de piratas les parecieron horas, para Zevon solo fueron treinta minutos, justo el tiempo que pensaba que les tomaría llegar a ese punto, lo cierto es que el hijo de Yzma había intentado muchas veces ese robo un par de ocasiones atrás durante su tiempo como aprendiz o mejor dicho ayudante del mago ya que nunca había logrado ganarse la confianza del astuto Yen Sid que coloco varias trabas para llegar a su oficina personal en el laboratorio de su casa, ya que vivir en la Isla de los perdidos no era seguro para un viejo mago bonachón.

-ya estamos esta es la puerta- anuncio Zevon parándose a una distancia considerable de la puerta de entrada del laboratorio.
-y?...que esperas avanza!- dijo Gil desesperado por la obscuridad de su alrededor.
-hay una cosa mas que tienen que saber...el viejo puso varias...
-déjame adivinar- lo interrumpió Harry volteando lo ojos- puso varias trampas...
- si no, sería muy sencillo, o no?- agrego Uma mirando entre divertida y relajada a su primer oficial- ya hemos lidiado con trampas de Yen Sid antes, es listo pero siempre...deja algo que lo delata, además estoy segura que tu...sabes como pasar la primera- Zevon sonrió al saber que no se había equivocado al escoger a sus aliados- cierren los ojos...ahora!- y arrojo la antorcha encendida a la puerta que al contacto de esta con el fuego despidió una nube de polvo que se disolvió en segundos, los jóvenes tosieron un poco- que rayos fue eso?
-polvos, aserrín y tiza...él viejo cree que los villanos dependemos mucho de nuestro sentido de la vista- explico Zevon abriendo esta vez la puerta a tientas, los cuatro entraron al laboratorio donde la luz de lámparas de aceite iluminaban la espaciosa estancia- es increíble- exclamo Uma un poco asombrada- si la primera trampa fue tan fácil de eludir las siguientes deben ser sencillas....
- No lo creo jovencito, su intento de crimen termina aquí- dijo la anciana y furiosa voz de Yen Sid.

DESCENDIENTES 6 Érase Una VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora