LA CORTE DE LOS MILAGROS

35 4 0
                                    

Rapidamente el fuego se propago por la sala comenzando a incinerar muebles de madera fina y cuadros de arte pomposos- rápido- lidero Evie al notar la inusual rapidez con la que el incendio se propagaba a su alrededor- Henry ayuda a Janine a sostener a su padre! tu y yo levantaremos a Jay, Mabel tienes magia evita que nos toque el fuego mientras salimos!- ordeno la hija de la reina malvada mientras ayudaba a Antony a levantar al inconsciente Jay del suelo. Por su parte una nerviosa Mabel levantaba una barrera protectora que mantenía las llamas a raya del grupo sin embargo comenzaban a caer escombros del techo, bloqueando puertas y ventanas, la razón de que el fuego tomara fuerza tan pronto fue que la casa era demasiado vieja.

Las llamas abrasadoras comenzaban a superar el hechizo de protección de Mabel que a pesar de su desesperación penso rápido y recordo el poder de la joya de Henry-ehh amor...usa tu joya, sacános de aqui, asi como nos trajiste!-entonces una enorme viga en llamas cayo sobre el grupo que se había refugiado en una esquina de la cocina, de no ser por otro hechizo de Mabel los hubiera aplastado, aun así no podía seguir recitatando hechizos pues el humo a su alrededor comenzaba a inundarle los pulmones- a donde vamos?-pregunto Henry sacando la joya de su bolsillo-A donde sea!- contesto Mabel apresurando a su novio, de modo que Henry miro el mapa y se centro en la zona del norte, cerro los ojos y con la joya de la unión en su puño se concentro en ese lugar. La joya brillo intensamente y abrió un portal con bordes rojos que se trago al grupo mientras las llamas terminaban de consumir la mansión De Vil, los pies de los chicos se separaron del suelo y una fracción de segundo después se hallaban a las afueras de un pueblo que a diferencia de la ciudad de Agrabah este estaba con personas por aquí y por allá. 

-donde estamos?- pregunto Henry ayudando a su madre a ponerse de pie mientras miraba de reojo el mercado que estaba a unos metros de ellos.

-dínoslo tu llamita- contesto Mabel apoyándose en su palo de tourney para ponerse de pie.

-al menos aquí hay gente- puntualizo Janine acomodándose el cabello donde aun tenía algo de ceniza.

Era un pueblo que a pesar de ser pequeño se encontraba lleno de movimiento, en cierto punto a mas de la mitad del grupo le recordó al aspecto de la Isla de los perdidos pues había varios puestos donde se vendían alimentos, bebidas, ropa y artículos de primera necesidad. La gente lucia andrajosa y en sus miradas se notaba cierta desesperación mientras iban y venían. Lo cierto es que esa era la gente que antes del hechizo de Uma solía vivir en Auradon y sus alrededores; las personas que Mabel y sus amigos solían saludar y ver felices cuando salían a patinar por los parques del reino ahora vivían en la miseria y apenas se sustentaban con sus pequeños negocios, se habían visto obligados a congregarse y vivir en esa zona del reino por los designios de Uma y sus cómplices. Las personas estaban tan metidas en sus asuntos que ni siquiera prestaron atención al grupo que habia aparecido de la nada por un portal mágico cerca de su poblado, el equipo comenzo a caminar entre las personas y tomaron asiento alrededor de una fuente enmedio de la plaza principal del lugar, algunos los veían con miedo y unos mas con interes mientras pasaban a su lado, Carlos y Jay aun estaban confundidos por el efecto de la joya.

-hey! Ya estan bien?-dijo Evie chasqueando los dedos enfrente de sus amigos que se tocaban la cabeza, Jay asintio y Carlos susurrando dijo- que...hacemos aqui?...- Janine se acerco a su padre intentando sacar de su cabeza lo que paso con el en la mansión y tomando su mano le explico lo acontecido durante los últimos dos días, evidentemente Carlos tuvo preguntas pero el resto del grupo las contesto sin reservas, para cuando terminaron de explicarle la situación los pocos rayos de sol que atravesaban el cielo gris comenzaron a ocultarse dando paso a la noche.
-tenemos que detener a Uma no hay tiempo que perder!- dijo Carlos.
-tenemos que encontrar a mamá y arrebatarle la joya que seguro tiene...despúes podremos centrarnos en Uma-les recordo Mabel mientras un hombre alto de tez morena con ropaje púrpura y un sombrero a juego se les acercaba sigilosamente, traía una daga oxidada en su cinturón pero antes de que pudiera usarla Jay se giro para confrontarlo-tu que quieres?!-lo tomo por el cuello apretandolo fuerte y varias personas alrededor se les quedaron viendo con desconfianza.
-tranquilo amigo- dijo la voz de Coplín el gitano- no es conveniente hacerme daño justo enmedio de la plaza, de la multitud un par de hombre fornidos salieron mirando a Jay con molestía, el padre de Antony entendio el mensaje y lo solto- Doy Coplín el encargado de este... pueblo es lo único que la reina Uma nos dejo, uno de mis hombre los siguío desde que llegaron, me aviso y entonces escuche su conversación...No pueden detener a Uma, es muy poderosa desde que comenzo su reinado no ha hecho mas que traer mas y mas villanos de la Isla, cada cierto tiempo manda a alguno de ellos para atemorizarnos y recordarnos nuestro lugar- dijo el hombre con tristeza.

-cambiaremos eso, lo prometo- dijo Mabel adelantándose a lo que cualquiera de los demás pudiera decir, Coplín la miro esperanzado y estaba justo por decirle algo mas pero un grito de horror llamo la atención de todos- es ese monstruo de nuevo! corran! es el demonio!- grito una anciana señalando el cielo. Entonces pasaron varias cosas a la vez, la mayoría de personas corrieron, incluso los guardaespaldas de Coplín que seguía con el grupo mirando como un dragón enorme de ojos verdes lanzaba llamaradas de fuego ardiente contra todo lo que se moviera- Mal?!- dijeron Evie, Carlos y Jay casi al mismo tiempo, el líder del pueblo ordeno que corrieran pues el dragón se dirigía a la fuente, sus alas causaban ráfagas de viento que nublaban la vista, Mabel y los demás lo siguieron hasta un refugio en las cloacas justo debajo del poblado donde el lagarto gigante no tenia acceso- es la tercera vez este día- explico el hombre con una pluma en su sombrero, ahora el grupo comprendía por que el pueblo no se escandalizo ni un poco al verlos aparecer de la nada pues comparado con el dragón que tenían justo ahora sobre ellos, la llegada de los chicos no tenia relevancia.

-están seguros que es la reina Mal?- susurro Janine apretando la varita mágica entre sus dedos

-absolutamente, pocas veces la hemos visto así y créeme es difícil de olvidar- contesto Evie nerviosa mientras Mabel y Henry se unían a un pequeño grupo que vigilaba por las rendijas de una coladera para ver si ya era seguro salir-vamos a necesitar de un milagro para quitarle la joya- dijo Henry mirando como se ocultaba el dragón en medio de las nubes grises del cielo ahora negro.

DESCENDIENTES 6 Érase Una VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora