Prólogo

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La vida tiene muchos caminos, cada uno diferente, cada uno con sus bajas y altas, pero al final, todos llegan al mismo destino, así desees evitarlo, detenerlo, atrasarlo, todos llegaremos a él.

La muerte.

Muchos pensarían que es la calma después de la tormenta, otros tantos dirán que es lo contrario, yo no podría saberlo, aun no muero, pero estuve cerca, muy cerca. Conocí, lo que unos llamarían, el limbo, un lugar donde solo te encuentras tu, donde no hay mas que un vacío profundo, silencioso...o eso parece.

Si era un castigo o no, nunca lo sabré, durante ese tiempo pude apreciar lo que fue de mi vida, lo que hice y no, los posibles caminos que pude haber tomado, el destino que hubiera tenido si hubiera tomado otra decisión, pero, el hubiera no existe. Presencie lo que pudo haber sido de mi, si hubiera tomado mis propias desiciones, si me hubiera negado.

Los pecados que cometí, las culpas que me perseguían, las muertes que me atormentaban, las traiciones que pasé. Una semana, eso fue lo que duro mi martirio, una semana, pero ya no tenia caso pensar en ello, me dieron la oportunidad de remediarlo, tomar un nuevo camino, recuperar mi vida.

Acepte.

Pero como todo, nada es gratis. Ella no quería dinero, no quería armas, ni tampoco comprar mi alma.Una vida. Una pequeña cosita de ternura y alegría, un ángel.

Tendría que cuidarla como si fuera mi propia vida, pero en esta ocasión, de forma correcta, racional. Tenia miedo, estaba aterrado. Jamas había cuidado de mi al punto de haber estado al borde de la muerte, y ella lo sabía, pero ese era el trato, no tuve que pensarlo mucho, quería una nueva vida, un nuevo destino, un mejor final.

Dos meses después de aquella pelea en Sokovia, tres semanas desde que el chico Parker se unió oficialmente a los Vengadores (o lo que quedaba de ellos), dos semanas desde que comencé con mi plan, una hora desde que aquel ángel llegó.

Era el momento.

Mi vista paso por todo el lugar, la casa se hallaba vacía, la agencia de ventas llegaría en unas horas. Tome mi auto y emprendí la marcha.

"Señor, tiene una llamada de la señorita Potts"

Suspire.

Pepper.

Me detuve ante la luz roja, después de este día todo cambiaría, las cartas y oficios que tenia conmigo e iba a enviar a algunas televisoras y a mis abogados serian el fin, y el comienzo para ciertas personas, habría gente que me odiaría (mas a la lista) y otras que quizás me agradecerían, claro, ninguna de ellas sabría que fui yo quien lo hice, pero no importaba, ya no.

La gente pensará que soy cobarde, pero sinceramente, ya no importa lo que piensen o digan, si antes no lo hacia, menos ahora. Me detengo frente a una estación de correo, pago el envío y regreso, pero esta vez para desaparecer por completo.

Si, estaría al pendiente de Rhodey, Visión, Peter y Happy, pero nadie mas, Bruce había desaparecido y no tenia la menor intención de encontrarlo, si él deseaba estar así, pues bien, no seria yo quien le negara eso, después de todo, yo también iba por ese camino.

Tome aire, mentalizándome para lo que iba a venir, no tendría problema, lo tenia todo, si, por fin lo tenia todo, al menos lo que yo consideraba todo, estaba bien. Sonreí y me coloque mis lentes de sol, el auto acelero. No podría haber comenzado de otra forma.

Había elegido bien.

                                                                                 -R-

¡Hola!Soy nueva aquí. Bueno, espero les haya gustado el comienzo de esta nueva historia jeje se que es corto, pero les aseguro que planeo que sea una historia bastante larga, espero sus comentarios.

XD Saludos 

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