Capítulo 3

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ANTES QUE NADA, debo aclarar algo jeje la historia tendrá ciertas frases en italiano y antes de que digan algo, yo NO se italiano, me eh puesto a investigar y eh estado aprendiendo unas que otras palabras en este idioma, pero no puedo decir que estoy estudiando como tal el idioma, asi que prácticamente uso traductores y eso jeje, pero por favor, si alguno de ustedes sabe el idioma o tiene mejor noción de éste y ve que esta mal escrito, dígame y corríjame, se los agradecería en verdad, perdón por cualquier falta de ortografía que puedan encontrar XD AHORA si, los dejo con la lectura.

-R-

-Bien, hemos llegado

Comenzó a quitarse su abrigo para dejarlo en el sillón junto a la entrada, se giro a ver al pequeño, por que si, aun no sabia su nombre, mentira, lo sabia, pero esperaba a que el pequeño se lo dijera sin presionarlo. Llevaban ya dos semanas juntos, el niño no hablaba, solo asentía o negaba y era bastante miedoso, había logrado convencerlo de estar con él con la excusa de que necesitaba a alguien para ayudarle a cuidar a la pequeña, otra mentira, pero el pequeño se lo había tomado bastante enserio, si no supiera que durante este tiempo prácticamente había sido tratado como a un elfo domestico (inclusive peor), no hubiera creído que era como una especie de pago por que él lo mantuviera.

-¿Te ayudo?

Le había comprado unas pocas prendas de su talla sustituyendo la horrible ropa que llevaba, ahora tenia ropa limpia y abrigable. Suspiro cuando tomo el pequeño abrigo, y como solía suceder, el pequeño se acerco al carrito donde su hija descansaba para ver que nada le faltara. Sonrió, su pequeña se había adaptado bien al pequeño, no había habido problema con eso, estaba bien entonces.

Se sentó en el sillón, no podía continuar así, el niño necesitaba revisión medica y no solo el ligero escaneo que él había hecho cuando dormía, también necesitaba saber quien era y por que vivía con esa familia tan horrible (si es que se podían llamar así) ¿por que el ministro había permitido esto? Tenia entendido que ningún niño mágico podía vivir con nomajs, era una de las reglas principales. ¡Su bisabuelo lo había declarado como una de las 10 principales leyes! En verdad el Mundo Mágico estaba en problemas, era su culpa, si solo no se hubiera ido...pero por eso estaba ahí, para arreglar todo, ya solo faltaban los países occidentales y entonces tendría de nuevo todo el control de los diversos Ministerios, les haría ver que de nuevo su líder había regresado.

-Oye...-tomo aire- ¿Podemos hablar?

Supo que no iba por buen camino cuando el pequeño se tenso, sus ojos reflejaban temor.

-Tranquilo, solo es una charla-sonrió intentando tranquilizarlo, no funcionó-vamos, después podrás regresar a jugar con Liz

Algo inseguro y temeroso se acerco hasta el hombre, dijo que solo quería una platica, debía confiar que solo seria eso, hasta ahora no le había castigado o regañado, al contrario, había cuidado de él y le había comprado algo de ropa ¡y le había alimentado! Había dejado que cuidara de su hija, y él había hecho eso, hasta el momento creyó que hacia las cosas bien ¿Acaso se había equivocado? ¿Lo regresaría con sus tíos? ¿Lo golpearía? ¿Estaba en problemas? Quizá y solo se había cansado de él, no lo culpaba, su tío se cansaba rápidamente de él, quizá...quizá tendría que regresar.

Tembloroso se paro frente al hombre, la vista baja y los brazos atrás, como su tío le había indicado cada que le mandaba a llamar.

Frunció el ceño, el pequeño no tenia porque hacer eso ¡Por las barbas de su bisabuelo! ¡Que era solo un niño!

-No...no hagas eso-no pudo evitar que su voz temblara, él no era un monstruo como ese nomaj- solo...siéntate-cerró los ojos al ver que prácticamente el niño obedecía a todo, como sucedía desde que estaba con él, se maldijo al no darse cuanta antes de ello

Pensó en la mejor manera de empezar con esto, pero simplemente no encontraba una, suspiro, quizá lo mejor fuera ser directo...no, era solo un niño, ¡Por su tía! ¡El pequeño no debía tener mas de tres!

-Escucha...lo estuve pensando y...esto no puede seguir así ¿sabes?-le miro, el pequeño continuaba con la vista baja, esto estaba mal, se levanto y se acuclillo quedando a su altura, un leve estremecimiento sacudió su pequeño cuerpo-¿Porque decidiste venir conmigo?

Él tenia la culpa, prácticamente lo soborno con dulces y cosas para que aceptara irse con él, pero...el pequeño en algún momento pudo haberse negado, aunque entendía porque no lo había hecho.

-Mira, se que te dije que necesitaba ayuda y todo eso con mi hija, pero no es algo que un niño como tu deba hacer, tu tendrías que estar jugando y con tus padres...-calló cuando el niño comenzó a negar, sus ojos reflejando terror y su labio inferior comenzó a temblar-¡Ey! Esta bien, tranquilo yo...

Su mano quedo a medio camino cuando intento acariciarle, el pequeño se había encogido en su lugar y leves sollozos sacudieron su cuerpo aunque se dio cuenta que intentaba acallarlos. Requirió de un control absoluto sobre si para no salir rumbo a la casa del pequeño y matar a esos...monstruos. En un rápido movimiento y antes de que el pequeño se diera cuenta, ya lo tenia sentado sobre su regazo mientras le susurraba palabras tranquilizantes y masajeaba su espalda. Como era de esperar, el niño comenzó a llorar, intento alejarse pero no lo permitió, no supo si paso mucho, para cuando el pequeño se calmo, ya estaba dormido.

Tomando una profunda respiración lo cargo hasta la cama donde le dejo con sumo cuidado, le quito los zapatos y lo arropo, el pequeño se acurruco soltando un suspiro y continuo durmiendo, se sintió mal, el pobre había pasado por mucho cuando no debería haber sido así.

Rápidamente se encargo de revisar que su hija estuviera bien y limpia antes de acostarla en su cuna. Asegurándose que ambos niños descansaban se dirigió a la mesa de la habitación, saco pergamino y pluma, y comenzó a escribir. Esto no podía quedarse así.

-R-

Un fénix se apareció en medio de su despacho sobresaltándolo de su lectura, palideció al ver al ave, conocía aquel ave, todo Ministro en la tierra lo conocía, era el ave del Supremo, un ave como esa, tan hermosa y aterradora solo podía pertenecer a su señor.

Levantándose con cuidado y tragando ruidosamente se acerco al ave, juraba, que podía leer su alma con aquella mirada, como si lo evaluará. Tomo la carta con manos temblorosas y con un leve chillido el fénix desapareció.

Suspiro relajándose en el acto, aquella ave en verdad atemorizaba, no podía compararse con ninguna otra, ni siquiera con el fénix de Dumbledore. Regreso a su escritorio y abrió el sobre, tenia curiosidad con lo que el Supremo le escribiría, su respiración se atoro y sus ojos se abrieron aterrorizados, de repente el miedo dio paso a la furia. ¡Esto era inaceptable! Con un movimiento de su varita llamo a su asistente, esto jamas debió haber sucedido, ¡Cómo lo había permitido!

La mujer regordeta entro prácticamente cayendo debido a su carrera, el rostro de su jefe fue tan aterrador que por un momento temió haber sido descubierta.

-Señor Ministro recibí...

-¡Ahora no mujer!-le calló, aun no entendía como es que había aceptado tenerla por ayudante con esa voz tan chillona, se levantó-Quiero que envíes un citatorio ¡INMEDIATAMENTE! Quiero que lo envíes y que te asegures de que llegue a su destinatario sin ningún contratiempo ¿Comprendes?

-Si, señor, pero...

-¡No me interrumpas!-esto era grave, si no lo arreglaba podría perder su puesto...-envíaselo a Dumbledore ¡quiero su respuesta para ayer! ¡Pero qué haces aquí! ¡Qué no escuchaste! ¡Vamos! ¡Muévete!

La mujer prácticamente salió huyendo lo mas rápido posible del lugar. Fudge se dejo caer contra su asiento, ¿En que momento descuido todo?

-R-

¡Hola! De regreso con un nuevo capítulo jeje ¿Qué les pareció? Pobre Harry, no se preocupen, pronto estará mejor. Fudge a entrado en escena, y poco a poco comenzaremos a entrar en el mundo mágico, pero no me olvido de nuestros Vengadores, en el próximo cap aparecerán, lo prometo

XD Saludos.

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