Capítulo 24

2.4K 228 28
                                    

ANTES QUE NADA, debo aclarar algo jeje la historia tendrá ciertas frases en italiano y antes de que digan algo, yo NO se italiano, me eh puesto a investigar y eh estado aprendiendo unas que otras palabras en este idioma, pero no puedo decir que estoy estudiando como tal el idioma, asi que prácticamente uso traductores y eso jeje, pero por favor, si alguno de ustedes sabe el idioma o tiene mejor noción de éste y ve que esta mal escrito, dígame y corríjame, se los agradecería en verdad, perdón por cualquier falta de ortografía que puedan encontrar XD AHORA si, los dejo con la lectura.

-R-

Su vida era...buena, mejor que buena debía decir. Tenia una hermana que amaba a pesar de sus travesuras, un padre que lo quería y protegía, y un nuevo papá que lo mimaba cuando estaba en casa, en pocas palabras, tenia una familia, un hogar.

Era feliz, vivía bien, pero en ocasiones tenia miedo, miedo a despertar en casa de sus tíos, miedo a que todo fuera un sueño, parte de su imaginación. Temía que en algún momento se lo llevaran, que sus padres y hermana se aburrieran de él y decidieran regresarlo, temía que lo olvidaran.

Era tonto, después de tres años viviendo con su padre y hermana no debía de preocuparse por eso, pero...no podía evitarlo, aunque las pesadillas ya eran escasas aun las tenia, y en ocasiones los recuerdos regresaban a él, el hecho de que su abuelo le reprochara y dijera cosas como ser agradecido y eso, no era de mucha ayuda.

El abuelo se lo había advertido, ninguna palabra a nadie de lo que decía, o entonces él se encargaría de que su padre lo regresara, él no quería eso, no quería que su padre lo abandonara, así que era buen niño y se mantenía callado, no había hablado con nadie, pero últimamente el abuelo se había vuelto muy...malo.

Él odiaba cuando su padre tenia que ir a esas reuniones con los magos y no podía llevarlos a su hermana y a él, odiaba que tuviera que quedarse solo cuando terminaba sus lecciones y su hermana aun no, por que entonces el abuelo venia y comenzaba a decir cosas. A él no le gustaba eso, no le gustaba que le reprochara por cualquier nimiedad, que por que no caminaba recto como un mago decente, que por que no hablaba adecuadamente, que por que no escribía bien, él odiaba eso, porque por mas que se esforzara su abuelo nunca estaba feliz. ¡Ni siquiera su padre les exigía eso! ¡Por qué no también le decía eso a su hermana! ¡Por qué no le reprochaba nada! ¡Por qué solo a él!

-Allí esta mi nieto preferido

Apretó los dientes al escuchar a su abuelo.

-¿Qué es eso? ¡Saluda jovencito!

Sus manitas se convirtieron en puños y suspiró derrotado, evitó estremecerse como siempre que escuchaba ese tono de voz, lo odiaba, adiaba que le hablara así, le recordaba al tío Vernon cuando le decía los deberes que tenia que realizar en la casa.

-Hola señor-susurró

-"Hola señor" ¡Pero que es eso! ¡Enderézate y levanta la cara chico!

Tembló al escuchar esa palabra, pero no hizo caso, hoy no estaba para enfrentar a su abuelo, el día había sido agotador y solo quería que uno de sus padre fuera y le abrazara, pero su padre había salido por un asunto urgente y su papá había regresado con los superhéroes esos, ni siquiera Peter había podido quedarse, necesitaba un abrazo.

-¡Pero qué insolencia! Yo a tu edad me comportaba perfectamente, con unos cuantos castigos era como se corregía a los niños...

Su abuelo continuo hablando pero él ya no escuchaba, su cuerpo se estremeció cuando el hombre menciono los castigos, negó desesperadamente, él no quería un castigo, él era un buen niño, había terminado sus tareas, había hecho todo lo que sus tíos le habían indicado...

ReinicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora