Una Historia Diferente: Susan Y Caspian

La boda y un par de sorpresas

TocToc
Tocaron la puerta levemente y la joven abrió los ojos soñolienta.

-Susan, necesito que bajes.- Dijo Siullae al otro lado de la puerta.

Susan miro alrededor de la habitación  y suspiro exasperada al darse cuenta de que nuevo Caspian se había marchado antes de que ella despertara.

-Bajo enseguida.- Escucho los pasos de Siullae marcharse y poniéndose de pie se encamino al armario con solo una delgada sabana cubriendo su cuerpo.

Tomo un vestido rojo y luego de  darse un baño y haberse cambiado, tomo la cadena que Caspian le había dado y se la puso. Sonrió al ver las palabras grabadas al reverso de la figura del león y la estrella:

               "Te amo mi glotona" 

Salió de la habitación y bajo las escaleras con destino a los jardines. Siullae la esperaba afuera de la puerta y luego de saludarla se encaminaron ambas al centro de los jardines. Mesas redondas de tamaño medio eran colocadas por todo el jardín y unos metros mas allá, cientos de sillas de color azul eran colocadas frente a un pequeño altar rodeado de Leires y pequeñas flores purpuras. "Una  boda al estilo de tu mundo" le había dicho Caspian hacia meses atrás, no es que las bodas telmarinas fueran muy distintas de hecho se parecían en demasiadas cosas pero cuando en la boda estaba involucrado alguien de la realeza la situación cambiaba demasiado,  y Caspian no quería que Susan tuviera su boda de otra manera que no fuera la tradicional de su mundo.

-La mesa mas grande, ¿Dónde ira?- Le pregunto Siullae.

-Frente a las demás, recuerda que habrá una mesa aparte para el pastel.

-De acuerdo, el pastel estará listo en unas horas. No creo que debamos ajustar mas el vestido ¿o si?

-No, tal como esta se encuentra perfecto.- Susan miro a su alrededor  y sonrió para sus adentros: "un día mas" le decía su mente, pues al día siguiente se uniría de por vida a aquel antiguo desconocido telmarino que desde en que lo vio... llego a querer.- ¿Sabes donde esta Caspian?

-Iba saliendo cuando yo fui a buscarte, me dijo que iría con el Sr. Rastaban, que era urgente.

-Últimamente todo es urgente.- Miro a la nada exasperada mientras Siullae buscaba la manera de explicarle que Caspian también tenia otras prioridades, claro que sin hacerla enojar.

-Recuerda que últimamente ha habido demasiados rebeldes en Calormen, eso y contando la boda y a ti creo que lo deja exhausto.

-Supongo que si, de todas maneras... no puedo quejarme pues nunca me hace a un lado.

Siullae sonrió satisfecha y junto con Susan comenzó a decirles a los demás de la servidumbre como acomodar las mesas y como deberían ser acomodados los platos y cubiertos sobre el mantel a la mañana siguiente. Pasaron largas horas terminando de acomodar lo que debía ser acomodado esa tarde aun y cuando llevaban casi 6 meses planeando la boda,. La joven reina no había visto a Caspian en todo el día y le parecía extraño, pues siempre llegaba antes de la hora de comer y luego de estar un rato a solas con ella se marchaba de nuevo para luego volver a la hora de la cena.

-Iré a ver como van con el pastel y con la cena.

-De acuerdo.- Siullae se marcho de ahí y Susan comenzó a caminar sin rumbo fijo por los jardines.

Sin querer sus pasos la llevaron a la entrada del laberinto que pocas veces había recorrido pero que le agradaba por el sólo hecho de que podía aislarse de toda la presión impuesta por las pocas discusiones que tenia con Caspian o bien  por la boda, una presión que hacia años atrás -al imaginarse planeando su boda- creyó que su madre y su hermana disminuirían, pero estando ella en Narnia eso era imposible.