Una Historia Diferente: Susan Y Caspian

Revelaciones... (parte dos)

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El brillo de la luna la maravillaba mientras la veía a través del grueso cristal, la obscuridad prevalecía y el frio aumentaba, pero aun así, ahí estaba: aun lado de la ventana, temblando de frio por el hecho de solo querer estar en calma.

Cerro los ojos y lo presintió, la paz en la que se había sumergido durante horas... llegaba a su fin.

-¿Susan?- el susurrar de Caspian se escucho de repente.

Encendería la luz, eso ya lo sabia.

-No lo hagas, quiero estará a obscuras... y a solas, si no te molesta- completo con pesar.

Caspian cerro la puerta y ella abrió los ojos.

-Si me molesta, Susan yo...

-¿Me dirás lo que quiero oír?- pregunta sin preámbulo poniéndose de pie.

El niega con la cabeza.

Comienza a caminar presurosa hacia la salida, aun estaba molesta y no seria fácil para Caspian que dejará de estarlo.

-Susan, por favor, necesitamos hablar.- Caspian se hizo a un lado, esperando que ella se detuviera.

-A mi me parece que no,- respondió cortante mientras aceleraba el paso.- Estabas muy ocupado viendo como guardar secretos, no veo por que estas aquí.

-¡¿Es eso lo que te molesta?! ¿Qué te oculte las cosas?

Susan se detuvo a solo pasos de él.

-¡No! Es el hecho de que me ocultes cosas que YO debería sabes- Caspian abrió la boca para hablar pero ella no se lo permitió- no me vengas de nuevo con la excusa de "es por tu propio bien"; esa persona a la que tanto ocultas trato de matarme, no solo una vez. No soy solo yo Caspian... es también mi hijo.

-Nuestro.

-¡NO! Solo mío... si lo que quieres es ser perdonado, lo lamento, hoy no te será sencillo, eso te lo prometo.

Luego siguió caminando, pero él no se daría por vencido.

-¡Creí que estaba muerto!- grito mirándola enojado mientras sostenía la muñeca de Susan con fuerza, ella se mordió el labio: la estaba lastimando. Soltó su muñeca dejándola caer de un golpe y luego se alejo de ella.- ¿Cómo iba a prevenirte de él si creía que ya estaba muerto?

-Lo conoces, ¿verdad?- Susan se acerco.

- Por supuesto que si, era a él a quien mi padre le dejaría el trono- el muchacho suspiro frente a la ventana. No tendría ojos en la nuca pero sabia que Susan estaría confundida:- yo era demasiado joven para cuando mi padre presintió que algo sucedería y él... era el siguiente en tomar el trono. La noche en que mi padre murió, temió que Miraz le hiciera daño también a él y huyo, huyo con varios amigos de mi padre y suyos mismos, amigos que a las filas armadas de Telmar pertenecían. Miraz se enfureció ante tal insolencia; "Los traidores a la sangre" así los llamaron.

Susan puso su mano en el mango de la silla en la que antes estaba sentada; la voz de Caspian comenzaba a temblar.

-ÉL no estaría presente para poder defenderse y por varios días se corrió el rumor de que él había sido el causante de la muerte de mi padre y Miraz no hizo mas que apoyar lo escándalos. Yo era prisionero de los muros del castillo y los rumores llegaron de manera sigilosa a mis oídos; cuando pregunte a Miraz si los rumores eran ciertos, solo dijo que mi padre había muerto mientras dormía.

Por unos segundos guardo silencio, debatiéndose en que palabras serian las correctas a escoger.

Susan sabía que le era difícil a Caspian hablar de ello, dudo unos segundos en dejarlo continuar pero sus ansias de saber que era lo que sucedía, fueron más fuertes.

-Descubrió donde se ocultaba y mando a todo un ejercito en su contra pero varios murieron en la batalla, muchos se le unieron y solo pocos le fueron leales a Miraz. Una noche entro en mi habitación, aun no se como lo hizo pero... era muy hábil en ese tipo de cosas...- Susan lo vio sonreír atreves del reflejo en la ventana- y aun lo es; me rogo que me marchara con él pues temía que algo me pasara pero yo me negué, cuando él insistió, me moleste y lo culpe por la muerte de mi padre.- Hizo una pausa- recuerdo como sus ojos se llenaron de lagrimas...

Susan quiso poder abrazarlo con fuerza y susurrarle que no tenia que seguir, pero si lo hacia... seguiría molesta. 

-... los guardias entraron e intentaron llevárselo pero él se marcho. Siguieron su rastro durante semanas y lo encontraron... de nuevo; Miraz volvió a enviar a su ejercito y esta vez solo tuvo faltas a causa de la muerte, le perdono la vida a muchos de los que se habían marchado pero... a él no, al menos eso creía yo.- Se acerco a uno de los estantes de la biblioteca y tomo un libro viejo , lo abrió y algo dorado se asomo de entre las paginas- Miraz llego a mi con una sonrisa en el rostro, creí que me diría que le permitiría volver, pero... solo me entrego esto.- Caspian le entrego lo que del libro había sacado y se alejo de nuevo.

Susan miro el pequeño objeto: una cadena, con la estrella de Telmar colgando de ella. La giro con delicadeza y vio lo que al reverso estaba escrito.

-Rilian- susurro.

Una lagrima silenciosa corrió por la mejilla de Caspian.

-Mi padre se la obsequio cuando era pequeño.

La oji-azul fruncio el ceño.

-No lo entiendo, quiero decir, la parte en que tu padre le obsequia la cadena y el hecho de que le sedería el trono, no tendería para eso que ser su...

-¿Hijo?- su voz sonó dura- Rilian no era un soldado o un allegado a mi padre, era su hijo... y mi hermano.

La mano de Susan tembló al igual que sus piernas, su corazón latió desbocado y por un momento creyó que caería de bruces al suelo.

-¿Tu hermano? Pero... ya de por sí es horroroso lo que ha hecho, ¿Cómo es posible que lo haya hecho si él es tu hermano?

Caspian se giro.

-No es solo él, Su.- Caspian susiro.-  Cuando llegamos del largo viaje en alta mar, Cael y Eltanin habían descubierto algo, tal parece que no solo la bruja Blanca era la única mala del cuento; entre las viejas leyendas de Narnia se encuentra la del Mago de piedra, un anciano con magia oscura que en piedra quedo convertido, se dice que su cuerpo fue fundido y varias de sus partes mezcladas con otras para hacer joyas pero solo un diamante puro de su cuerpo quedo intacto, el diamante posee una magia oscura muy poderosa, capaz de controlar a la gente...

Susan lo sabia, pero aun no entendía que tenia que ver con Rilian.

-Una serie de narnianos han iniciado una nueva orden, su único propósito es traer de vuelta al mago pero no pueden.

-¿Por qué no?

Caspian tembló.

-Un corazón puro, eso es lo que necesitan, alguien que no  tenga maldad alguna, alguien de un linaje real, alguien como... un bebe.

Susan abrazo su vientre con miedo.

-Rilian es su único recurso para llegar a nosotros, para hacernos daño porque yo no lo dañaría, aun y cuando él ya lo hizo,- Susan iba a replicar ante aquello- Lamento si eso te molesta pero... es mi hermano, sin importar que y se que, a pesar de todo el daño que ha causado, puedo recuperarlo. Todo lo que necesito, es tu comprensión.

No lo comprendía...

No al menos durante los primeros segundos, pero ella también tenia hermanos, hermanos por los que daría la vida. Caspian pedía le entendiera y si eso era todo lo que pedía, teniendo en cuenta lo difícil que el cumplir su cometido significaba, Susan lo apoyaría.

La oji-azul tomo la cadena y con delicadeza la colgó en su cuello, junto con la cadena que Caspian le había obsequiado al comprometerse.

Y le sonrió a su esposo.

-Confió en ti, Caspian- él sonrió y se acerco a ella, beso sus labios y luego ella lo miro- pero si se atreve a dañarme, yo no respondo a mis acciones.

Caspian rio.

-Yo con gusto no replicare, después de todo... eres Susan Pevensie.

No lo dejaria solo, pues mas que ser su esposa, Susan era su amiga, y Rilian... Rilian era parte de la familia, lo supiera o no.