Una Historia Diferente: Susan Y Caspian

La isla del Dragon

El barco era zarandeado con rudeza por las enormes olas que afuera desataban el caos y mojaban a los tripulantes a bordo de la nave; Susan acaba de quedarse dormida, hacia días el camarote en el que ella y Caspian dormían se había inundado y Susan había tenido que irse a dormir al de su hermana y al de la pequeña Gail.

Lucy permanecía acostada en su cama sin poder conciliar el sueño, desde hacia días que no sacaba de su mente la imagen del reflejo de su hermana aparecido en el Libro de Encantamientos, un reflejo que había creído el suyo propio. Saco de debajo de su almohada la hoja que doblada tenia escrito el encantamiento para volverla mas bella.

-Transforma mi reflejo, vuélvelo perfecto,- comenzó a leer.- Pestañas, labios y cabello, hazme como aquella a quien considero mas bella.

Las aguas parecieron calmarse y la luz se filtro por la enorme ventana del camarote iluminándolo todo; Lucy retiro las cobijas y se puso de pie, camino hasta detenerse frente a el espejo: su reflejo le devolvió la imagen de alguien mayor y mas alta, de piel blanca y cabello castaño obscuro, de labios rosados y ojos azul: el de Susan. Toco su rostro sin poder creerlo y sonrió al darse cuenta que se había vuelto como su hermana, a la que consideraba mas bella que ella misma; un vestido azul con flores blancas y un moño blanco, hizo presencia en el reflejo. A un costado del espejo la perilla de una puerta la incitó a abrirla, no lo dudo y giro lentamente la perilla saliendo de aquel camarote; afuera todo estaba iluminado y bajo los escalones de lo que le pareció ser u kiosco.

-Damas y caballeros, la Srta. Pevensie,- se oyó una voz desconocida.

-Te ves muy bella hermana,- Edmund enredo su brazo con el de Lucy.

-¡Edmund!

-Igual que siempre,- Peter hizo lo mismo y su aparición solo la hizo sonreír aun mas.

-¡Peter!

-Perdone señorita pero ¿puedo tomarles una fotografía?- un fotógrafo calvo y bajo apareció frente a ellos y los tres se vieron obligados a detenerse.

-A nuestra madre le encantara,- dijo Edmund.

-Una foto de todos sus hijos,-- corroboro Peter.

-¿Dónde esta Lucy? Falta Lucy.

-¿Lucy? ¿Quién es Lucy?- Edmund miraba a la cámara.

El flash cegador de la cámara le lastimo la vista.

-¿Susan, que pasa?- Peter apretó mas su brazo.

-Señorita, otra foto por favor.- De nuevo el fotógrafo.

-Edmund, no estoy segura, creo que debemos volver.

-¿A dónde?

-A Narnia.

-¿Narnia? ¿Qué es Narnia?

-¿Qué pasa? ¡YA BASTA!

Trato de zafarse del agarre de sus hermanos pero no lo logro, el flash de la cámara apareció de nuevo y ella solo atino a cubrirse el rostro. Temblorosa y temiendo que algo peor sucediera, retiro sus manos de su rostro y se miro de nuevo en el espejo del camarote.

-Pequeña, ¿Qué has hecho? Aslan apareció reflejado en el espejo a un lado de ella.

-¡Aslan!- Lucy miro a sus espaldas pero el león solo aparecía en el espejo.- No lo se, fue horrible.

-Pero tú lo elegiste.

-Pero yo no quería elegir eso, solo quería ser bonita como Susan.

-Tú deseaste desaparecer y eso conlleva a mucho mas. Tus hermanos no conocerían Narnia de no ser por ti, tú fuiste quien la descubrió, ¿recuerdas?