El olor a agua dulce se filtro por su nariz y cerro los ojos para disfrutar mejor del momento, el suave roce de algo contra su pierna la hizo abrir los ojos de golpe: la mano de Caspian. Su esposo le sonrió y le indico con la mirada que viera hacia abajo, Susan obedeció y sonrió:
Una flor blanca reposaba sobre sus muslos, una de cientos que flotaban en el agua dulce del final del mar.
-¿Cómo fue... cuando Aslan volvió a transformarte?- Edmund miro a su primo.
-Por mucho que lo intentaba, yo no podía hacerlo solo, entonces se acerco a mi; me dolió pero... fue un dolor agradable, como cuando te quitas una espina del pie- una sonrisa se asomo en el rostro de Eustace- ser dragón no fue tan malo, fui un mejor dragón que lo que fui como persona. Siento haber sido un fastidio.
Caspian y Edmund sonrieron orgullosos de las palabras del muchacho.
-Tranquilo Eustace, has sido un estupendo dragón.- Edmund le sonrió.
-Parece que después de todo, te agrado Narnia ¿no es así?- Susan le sonrió y luego lo abrazo.
-Amigos... hemos llegado.- Las cortas palabras del pequeño ratón los hicieron mirar hacia la dirección en que Reepicheep miraba sonriente.
Una enorme ola de agua dulce se alzaba sobre sus cabezas como una muralla que el paso impide; bajaron del bote absortos ante tal panorama aún sabiendo que el final estaba cerca. La arena bajo sus pies pareció crujir y a los oídos de Lucy, llego el eco de otros pasos aun mas pesados que los suyos mismos.
-Aslan.- Dijo su primo Eustace.
Giro su cabeza y vio al enorme león de cabellera dorada caminando en silencio a un lado de ellos.
-Bienvenidos, lo han hecho bien. Han llegado muy lejos y su viaje a llegado a su fin.
-¿Este es tu país?- Lucy lo miro impresionada.
-Mi país esta mas allá.
El león miro hacia arriba y Caspian levanto la mirada también, el corazón de Susan tembló y lo supo: la idea de volver con su padre volvia a la mente del joven rey.
-¿Mi padre esta en tu país?
Las palabras mágicas que a Susan le produjeron un escalofrío.
-Eso solo puedes averiguarlo tu. Pero debes saber que si continuas... no hay vuelta atrás.
Cada par de ojos se volvieron sobre el, todos excepto los de Susan, que no tenía el valor para poder mirarlo a los ojos... no por última vez.
Caspian lo olvido todo en cuanto el león termino de pronunciar tales palabras: el reino que ahora cargaba sobre sus hombros, toda la tripulación esperándolo para volver al castillo, sería difícil de creerlo, pero incluso olvido a aquella castaña que no había podido mirarlo a los ojos; solo eran el y la esperanza de ver a su padre una vez mas. Comenzo a caminar y Susan lo sintió alejarse, Edmund y Eustace -ambos a sus costados- solo pudieron estrechar su mano.
Con cada paso que daba, una nueva duda lo embargaba: sus amigos, el reino, Narnia, el pequeño que su esposa esperaba y... Susan. El solo pensar en ella ocasiono en el un escalofrió, la idea de dejarla por ver a su padre, cuando ella misma se había permitido permanecer en Narnia a su lado durante tres largos años, así que no... no la dejaría sola y no por lastima sino porque la amaba... y porque formaría una familia con ella.
Sus ojos se humedecieron con lagrimas que amenazaban con salir, toco el agua con la yema de sus dedos y luego se giro, y miro a Susan, la joven levanto la cabeza y con los ojos vidriosos se lleno de valor para mirarlo y le sonrió; la sonrisa que el necesito para volver a su lado.
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Una Historia Diferente: Susan Y Caspian
Fanfiction¿Que hubiera sucedido si Susan hubiera decidido quedarse al lado de Caspian? Descúbrelo a través de esta historia, Caspian y Susan una pareja que alguna vez se considero como IMPOSIBLE. "Hubiera" una palabra que dicen no existe, pero nosotros hacemo...