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¿Qué diablos quieres de mí Jack?
Eran exactamente las palabras que ella había utilizado. Sus ojos cristalizados, mientras repetía una y otra vez aquellas palabras, era algo que no saldría de mi mente.
¿Qué diablos quería de ella?
En aquel momento no pude responder a su interrogante, de forma sincera ni yo mismo sabía qué quería de ella.
Pero ahora sí lo sabía.
Quería sus besos, quería sus abrazos, quería tenerla junto a mi cada segundo, quería ser quien tuviera el permiso de presumirla ante todos... Si joder, eso quería.
Me costaba tanto apartar la vista de ella, estaba feliz el día de hoy y más hermosa que de costumbre.
— ¡Tú ganas G! — medio grito al mismo tiempo que golpeo la mesa de la cafetería con mis puños logrando captar la atención de varias personas.
G simplemente sonríe, y me encantaría saber la razón para sonreír también.
Nótese mi sarcasmo.
— Soportaste un mes, te lo dije — responde encogiéndose de hombros.
— No empieces con esa mierda ahora. Solo mírala, parece estar cómoda junto a él y su grupo —
— ¿La culpa es de quien? — pregunta riendo, y juro que me encantaría golpearlo en este instante.
— ¿Vas a joderme de por vida? ¿Cierto? —
— Siempre JJ, siempre —
Suspiro frustrado y tomo mi celular para de alguna forma u otra dejar de ver a la persona que ha sido la causa de mis insomnios últimamente.
— Es complicado... — digo para mí mismo.
Pero, la pregunta de G no se hace esperar.
— ¿De que hablamos? —
— El amor joder, es complicado — respondo.
Él niega moviendo su cabeza con una sonrisa muy grande en su rostro.
¿A caso le divierte?
— Jhonson, eres como mi hermano, así que me corresponde decirte las cosas como ocurren en realidad. Ya ha pasado un mes, siquiera la buscaste para darle una respuesta de lo que querías de ella, ahora no quieras joderle la vida de nuevo cuando intenta superarte —
— ¿Y que hago? ¿Alejarme de ella? —
— Exactamente —
La conversación finaliza allí, porque tomo mis pertenencias y salgo de la cafetería... No sin antes mirarla por última vez y coincidimos, lo hacemos.
Entonces, noto la sonrisa de superioridad en sus labios, justo como llegue a sonreírle aquel día.
Está pagándome con la misma moneda y estoy totalmente jodido...
