Capítulo 8.- No hay respuesta para todo

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Cuando mi primo se estaba aproximando hacia el auto, lo primero que hice fue abalanzarme sobre él. Le di el abrazo más fuerte que podía y faltaba poco para que me trepara encima. Él me contesto el abrazo de igual forma, luego se alejó un momento. Yo me quedé un poco sorprendido ya que ni siquiera me dijo hola. Él siguió caminando hasta llegar a Luck, se quedó parado frente a él. Ni uno de los dos se movían solo se observaban. Se quedaron cerca de cinco minutos de esta forma, yo no sabía qué hacer, quería interrumpir pero no sabía si haría bien. Así que preferí esperar unos minutos más. Livia se acercó a mí, tampoco sabía muy bien que estaba sucediendo. Ni uno de los dos pestañaba simplemente se miraban fijamente. Pasó un minuto más y un viento suave recorrió cerca de nosotros. Me hizo temblar un poco.

-¡Cerraste los ojos! – gritó Marcos después de unos segundos – Los cerraste, yo gané.

-Rayos, me entró aire a los ojos – se defendió Luck riéndose.

No podía creerlo, solo era un juego. Estaban jugando todo el rato. Livia también empezó a reír al darse cuenta de eso. Pero yo solo me quedé confundido. Al terminar de reír se dieron un abrazo fraternal. ¿De dónde diantres se conocían ellos dos?

-Braul – Me llamó mi primo para que me acercara a ellos – No sabía que tú y Luck eran amigos.

- No somos amigos – respondimos ambos al unísono.

-Entonces porque venías en su carro – tenía una rara cara de preocupación.

-Una historia larga de contar – le dije, para cambiar de tema. Luego pregunté - ¿Y ustedes de donde se conocen? – solo miré a Marcos.

-Somos buenos amigos de años – respondió mi primo abrazando a Luck – Nos conocimos en el pueblo, cuando íbamos a esas clases que tomábamos juntos te acuerdas.

Claro que me acordaba, ahí fue donde vi a Luck por primera vez, me acordaba claramente de esos días, aunque parecía que yo fuera el único.

-No mucho – mentí.

-Yo soy Livia – se acercó y le dio la mano a Marcos – mucho gusto de conocerte. Y de donde conoces a Braul

-A Braul lo conozco de la familia – dijo sonriendo – somos primos.

En ese momento pude ver como la cara de Luck se transformaba en algo más que una cara de asombro. Aunque rápidamente volvió a inmutarse y a tomar la postura de persona seria que le caracteriza. Livia simplemente empezó a asentir con la cabeza para demostrar que había entendido todo el asunto. Yo sonreí un poco avergonzado, me encantaba que Marcos dijera que era mi primo con orgullo. Eso me hacía sentir importante.

¿Y qué haces aquí? – le pregunté mientras le di la espalda “casualmente apropósito” a Luck.

-Tuve que hacer unos negocios con esta familia-

-¿Cuánto tiempo te vas a quedar?-

-No tengo ni idea – me respondió después de meditarlo un poco – me imagino que una o dos semanas.

Era perfecto, tendría a mi primo favorito por casi dos semanas, no podía pedir nada mejor.

Sonó un celular, era el de Luck. Puso una cara incomoda al leer y entonces volvió a entrar en su coche para poder ir a recoger a Paty quien fue la que le mando el mensaje. Marcos al percatarse de eso, dio la vuelta e hizo un gesto para que le esperara.

-Mejor aprovecho que Luck se está yendo para que me lleve – me dijo mientras me abrazaba despidiéndose.

-Encantado de conocerla señorita – Se despidió elegantemente de Livia dándole un beso en la mano.

MPO - ReeditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora