Al mirar por la ventana me di cuenta que ya era de noche, el cielo de hoy era de un oscuro intenso, las estrellas iluminaban levemente el jardín, estaba cansado y mi cerebro no funcionaba del todo bien a estas horas. Trataba de hacer todo lo posible por entender de que iba todo esto, pero se me hacía demasiado complicado. Llevé las maletas de Marcos a la habitación de invitados mientras analizaba las cosas. Las dejé encima de la cama y al darme la vuelta noté que él estaba atrás mío, al parecer me siguió todo el camino.
-Entonces queda así, ya está todo listo – me dijo con una sonrisa mientras sacaba las cosas de su maleta y las acomodaba en la habitación – mañana ponemos en marcha el plan.
-No estoy muy seguro si lo entendí bien – admití sin mirarlo y viendo nuevamente por la ventana – De todas maneras, entiendo el porqué yo quiero hacerle daño, pero aún no comprendo porqué tú estás dispuesto a hacerlo. ¿No se supone que son primos y que se quieren?
-Tengo mis razones – dijo Marcos sin prestarme mucha atención.
No quise hacerle más preguntas porque sabía que no encontraría demasiadas respuestas, de igual forma no me interesaba, lo único que importaba es que tendría la oportunidad de vengarme por la humillación que obtuve hace un año. Decir todas esas cosas de mí a mis espaldas, jamás se lo perdonaría. Prepárate Braulio Krariffkaz que a partir de mañana seré tu peor pesadilla.
-Un último repaso – dije para quitarme todas las dudas – Mañana me encontraré con él en el camino. Ese será el primer contacto.
-Así es – me respondió – Pero aún me preocupa como haremos para que baje del auto.
-De eso me encargo yo – me senté en la cama – Tengo un buen plan para ese momento.
-Bien – respondió sentándose a mi lado – Luego que más.
-Tengo una semana para hacer que caiga rendidito a mis pies – contesté – Eso es fácil. Luego le propondré para estar juntos y cuando él confíe en mí completamente le romperé el corazón y le haré sentir como la peor basura del mundo – formé una sonrisa al pensar en la cara que pondría.
-Luck no te olvides que solo tenemos dos semanas – Me informó Marcos – Luego me iré.
-No te preocupes, déjalo todo en mis manos – Dije mientras me levantaba para dirigirme a mi habitación.
Antes de cerrar la puerta me acordé que tenía una última duda al respecto, volteé y le pregunte mirándole directo a los ojos.
-¿Y cuándo harás tu aparición?-
-Al segundo día de sus clases, diré que vine por unos asuntos de trabajo y me quedaré en su casa – respondió al mismo tiempo que se acomodaba en la cama.
-Bien – apagué la luz y cerré la puerta.
Estaba demasiado entusiasmado con todo esto, no quiero parecer vanidoso pero soy demasiado guapo como para que un chico me desprecie y juro que así sea lo último que haga, él se arrepentirá de todo.
Me acosté mirando al techo y formando una media sonrisa, la misma sonrisa que derretía a miles de chicas y que era muy natural en mí. Luego cerré los ojos esperando que sea mañana para poner en marcha el plan, antes de quedarme dormido recordé ese día de verano un año atrás, mi estómago se revolvió al acordarme de como Braulio me ridiculizó con su amiga, de como fui tan estúpido para tratar de acercarme a él, de como al día siguiente intenté nuevamente hablar con él para aclarar las cosas y como me ignoró, se atrevió a dejarme con la palabra en la boca y todo el mundo se dio cuenta de eso. Quedé como un imbécil frente a todos y él se hacía al que no se daba cuenta de nada. Le odio, nunca pensé que alguien podría provocar un sentimiento tan fuerte de repudio en mí.
ESTÁS LEYENDO
MPO - Reeditando
Teen FictionBraul es un joven adinerado, en una escuela nueva, con compañeros nuevos pero un amor antiguo y oculto Luck que al parecer solo es un chico cruel que no está interesado en él. y Rafael una persona amable llega a su vida inesperadamente confudiendole...