No fui a mi siguiente clase, me metí de frente a la enfermería diciendo que me sentía mal, cosa que no era del todo mentira porque me sentía muy mareado, me suele pasar mucho últimamente. Mientras la enfermera buscaba en su bolso unas pastillas para darme, yo estaba observándome en el gran espejo que estaba ahí. No soy un tipo feo, me decía a mí mismo, es más soy bastante simpático. He ganado algo de cuerpo, soy rubio, alto y tengo una cara inocente que podría atraer a cualquier chica. Claro que eso no era lo que yo quería. Yo solo necesitaba que Luck se fijara en mí de la misma manera que yo lo veía a él. En el momento que se cruzó ese pensamiento por mi mente solté una risa ahogada. El solo pensar que él se podría fijar en mí de esa manera era algo estúpido, él tendría a un montón de chicas persiguiéndolo.
La enfermera me quedó mirando, como si no supiera si interrumpirme o darme la pastilla para que pueda salir de su enfermería de una vez por todas. Me di cuenta de eso así que le sonreí y le di las gracias. Solo faltaba una hora para que sea el receso. Me quedé pensando en que podía hacer hasta terminar la hora, finalmente decidí volver a clases, el hecho de que me guste un chico no quiere decir que me vaya a poner de holgazán durante clases. Me tocaba aritmética, yo estaba tranquilo, las matemáticas siempre se me dieron bien, lo único que no quería era pasar por el martirio de llegar tarde a clases nuevamente. Me armé de valor y di tres toques a la puerta. Esta vez no tuve que esperar mucho ya que me abrieron casi al instante, le expliqué a la profesora los motivos por el cual llegué tarde y solo asintió con la cabeza y me dijo que tomara asiento, esta profesora sí me caía bien.
-Hey por aquí- me dijo la amiga rubia de Luck mientras agitaba su mano – Aquí hay asiento.
No pude evitar voltear para darme cuenta si estaba hablando a alguien detrás de mí. No había nadie. Así que era definitivo, quería que yo me sentara a su lado. Di unos pasos firmes hacia el asiento, fue un poco más firme de lo que hubiera deseado, parecía que estaba marchando. Al llegar al sitio puse mis cosas a la espalda de mi asiento y antes de sentarme le di un gran gracias a la rubia, lo cortés no quita lo valiente.
-¿Tú eres el de tutoría no? – me preguntó con curiosidad.
- Sí - musité con rostro despreocupado – Gracias nuevamente por el asiento.
-No hay problema – respondió, con una amabilidad que me parecía preocupante – Soy Livia, parece que tenemos varias clases juntos.
Livia, tenía nombre de zorra – Así parece.
Debo admitir que la chica era muy guapa, haría una buena pareja con Luck, los dos parecían modelos. Veía constantemente el reloj como si estuviera apresurada para que la clase termine.
-Me muero de hambre- me dijo mientras dibujaba algo en su cuaderno, me sorprendí ya que pensaba que el tipo de chicas como ella no comían nada y lo único que sabían era vomitar - ¿En el receso te vas a sentar con nosotros no?
-¿Quiénes son nosotros?
-Conmigo, Luck, y unos amigos más a los que te presentare – sonrió – Sí sabes quien es Luck ¿Verdad?
No entendía que trataba de hacer, ¿acaso me estaba provocando? – Creo que es el chico con el que conversabas en tutoría.
-Sí, sí el mismo, te va a caer muy bien ya lo veras- estaba como demasiado feliz de que me acordara quien es Luck, la verdad es que esta situación ya me estaba empezando a preocupar.
-Oye y ¿ustedes son muy amigos? – pregunté como si no me importara saber cual es la respuesta.
-Claro que sí, somos muy unidos-
-Ah… ¿son enamorados o algo parecido?- traté de disimular lo mejor que podía mi cara de odio.
Livia soltó una carcajada tremenda que todo el salón volteó a verla, su risa fue demasiado estridente, que por un segundo perdió totalmente su postura de modelo. Con eso quedó confirmado que no todas las risas hacen más bella a una mujer.
ESTÁS LEYENDO
MPO - Reeditando
Novela JuvenilBraul es un joven adinerado, en una escuela nueva, con compañeros nuevos pero un amor antiguo y oculto Luck que al parecer solo es un chico cruel que no está interesado en él. y Rafael una persona amable llega a su vida inesperadamente confudiendole...