Capítulo 18.- La marca

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Luck estaba realmente furioso, se podía notar en sus ojos como pequeñas llamas que gritaban odio para Rafael, traté de acercarme para explicarle bien como fueron las cosas, pero fue un gran error hacerlo. Él arremetió directo hacia Rafael, levantó su puño para tirarle un golpe en la nariz, pero como me había acercado el golpe lo recibí yo. Lo que sentía era indescriptible. Caí al suelo cogiéndome el ojo por el dolor que tenía. No podía ver nada, solo escuché como ambos se acercaron a mí para ver como me encontraba.

-Perdóname - suplicó - ¿porqué te metiste en el camino?.

-Estoy bien, gracias - dije sarcásticamente aún cogiéndome el ojo a causa de la pulsación que sentía.

-Ves lo que hiciste - Rafael lo encaró - Acaso no tienes cerebro.

-El golpe era para ti imbécil - Luck se defendió.

Cuando abrí un poco los ojos, para ver como estaba la situación, pude verlos, estaban a punto de agarrase a golpes, se encontraban a escasos centímetros de distancia y ambos formaban puños con sus manos. Estaban listos para pelear.

-¡Hey! - los detuve intentando pararme - no creen que ya fue suficiente - me señale a mí mismo para que vean las consecuencia de sus actos.

-Perdóname - Luck se volvió a disculpar, a estas alturas me estaba cansando que lo hiciera. Estaba muy enojado con los dos y el dolor del ojo no ayudaba mucho en la situación.

Me paré sosteniéndome de la pared. Inmediatamente ambos se acercaron para intentar ayudarme, yo los detuve a los dos con las manos. La razón era que no quería tenerlos cerca.

-Ya hicieron suficiente por hoy - reclamé tratando de enfocar la vista para poder verlos claramente - Creo que es hora de que te vayas - le indiqué a Luck.

Él solo asintió con la cabeza, traté de lanzarle una mirada severa a Rafael como indicándole que nada de esto hubiera pasado si no fuera por su beso, pero no pude hacerlo. En este momento formar cualquier tipo de expresión con el rostro lo único que hacía era que sintiera más dolor. Así que solo bufé de cólera. Luck intentó acercarse una vez más a mí para poder ayudarme, pero nuevamente lo aparté. También estaba molesto con él. Nunca había recibido un golpe, es más yo soy de las personas que cuando ven una pelea se esconden para no recibir ningún tipo de daño. Y por último también estaba molesto conmigo por ser tan estúpido y ponerme en medio. ¿Qué era lo que estaba pensando? Creí que si me ponía en medio mágicamente dejarían de discutir y todos nos abrazaríamos como hermanos miembros de una iglesia. De verdad que me pasé de estúpido esta vez.

-Yo puedo solo - le dije una vez este se alejó - Adiós.

Les di la espalda a ambos y me dirigí a mi habitación. Pude escuchar como varios pasos se alejaban y luego la puerta de entrada cerrándose. Por lo menos la "pelea" había terminado. Traté de subir las escaleras lo más normal que pude, pero era imposible, tenía miedo de que en cualquier momento el ojo se me pudiera salir a causa del golpe que recibí.

Cuando por fin pisé el último escalón preferí cerrar los ojos y solo guiarme a mi dormitorio por memoria. Caminaba por el pasillo como si fuera un ciego, extendiendo mis manos hacia el frente para no chocarme con nada, estaba casi seguro de que en ese momento me vería como un retrasado mental, pero como nadie estaba viendo no me importó. Cuando sentí mi puerta fue como si un gran peso se me hubiera quitado de encima. Seguí caminando con los ojos cerrados tratando de ubicar mi cama. Extendí la mano y agarré la colcha que tenía encima botándola al suelo. Pude escuchar como caía un objeto junto con la sabana, pero no le di importancia. Lo más seguro es que fuera algo insignificante. Me eché y traté de dormirme lo más pronto posible para que el dolor se esfumara. Pero estaba tan enojado con lo que había sucedido que fue casi imposible hacerlo. Luego de maldecir a Rafael y Luck por toda su vida y de contar millones de ovejitas, al fin pude dormirme.

MPO - ReeditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora