MPO - Reeditando

Prólogo

Podía sentir que su mirada se cruzaba con la mía repentinamente.

El calor que recorría mi cuerpo al verlo era indescriptible. Acababa de descubrir cuál era su nombre, pero se me hacía muy difícil recordarlo. Esto era un sueño, eso era lo único de lo que estaba seguro. Sabía que las imágenes que recorrían mi cabeza sucedieron hace algún tiempo; hace un año tal vez, pero no recordaba mucho más.

Me acordaba... de la chica de cabellos negros con la que todo el mundo quería hablar, pero ella solo tenía ojos para un chico, algo mayor, quien siempre paraba con ella. Me acordaba de Marcos, mi primo, insistiendo para tomar unas clases en el pueblo por dos semanas. Me acordaba de cómo le dije con una voz tímida "mi nombre es Braul", a la chica que apuntaba nuestros datos para acomodar las habitaciones. 

Me acordaba... de la primera vez que lo vi... y lo nervioso que me puse en ese momento.

Era el chico más simpático que había visto en mi vida. A lo lejos pude escuchar que aquella chica popular lo llamó por su nombre pidiéndole que se acercara, al parecer eran amigos. Tal vez fueran más que eso, ambos eran demasiados guapos. 

Me acordaba de cómo me armé de valor para acercarme a él y hablarle, de como le saludé y de cómo me ignoró.

Esto era un sueño, estaba seguro de eso pero no podía despertar. Era un sueño formado por recuerdos, algunos muy buenos y otros que prefería olvidar.

Me acordaba... de su cabello castaño y cómo se veía elegantemente despeinado. Me acordaba del color de sus ojos, que cuando pude verlos de cerca hicieron que un fuego recorriera mi cuerpo. Me acordaba de un nombre; sí, un nombre, pero me era difícil pronunciarlo. Me acordaba de lo mucho que me dolió que él no se fijara en mí. Finalmente, pude recordar lo rápido que pasaron esas dos semanas y lo triste que me puse al saber que ya no lo volvería a ver. Y ni siquiera fui capaz de decirle hola.

Podía sentir cómo una lágrima descendía por mi mejilla con ese último recuerdo, fue uno que en verdad me dolió. Era momento de despertar. Lo sabía aunque no estaba seguro de si quería hacerlo. La imagen final fue la de mi primo sonriéndome y preguntando qué tal me parecieron las dos semanas en el pueblo. Quería decirle la verdad pero no podía, él se alejaba sin escuchar mi respuesta, empecé a sentir un pequeño dolor punzante en el pecho y notaba que las luces se apagaban, todo se volvía tan oscuro que era difícil lograr ver algo alrededor. Sentía otra lágrima resbalar por mi mejilla. Sabía que ya era el fin.

Me desperté agitado y algo sudoroso, miré hacia la ventana, aún era de madrugada. Vi el reloj y noté que eran las cinco de la mañana, estaba nervioso. Me sequé el sudor de la frente con la mano y me recosté de costado para estar más cómodo. Sabía que había tenido un sueño pero no recordaba de qué se trataba. Traté de estrujarme la mente tratando de acordarme pero era inútil, ningún recuerdo venía a mi mente. Desistí de mi intento, ya que algo me decía que lo que encontraría no serían del todo bueno.

En dos horas empezaría mis clases en un nuevo High school y estaba muy nervioso por eso. Tal vez de eso se trató mi sueño, odio ir a sitios nuevos, soy algo tímido. Me tapé nuevamente y decidí dormir un poco más, no quería que en mi primer día de escuela me recordaran por llegar con unas ojeras gigantescas. No sé porqué pero algo me decía que este día sería muy importante para mí y tenía que verme lo mejor posible, en dos horas comenzaría mi "nueva aventura" y debía de estar preparado.

Pensando eso me quedé dormido y el nombre que no podía acordarme salió como un suspiro de mis labios.

- Luck - fue lo último que dije y volví a soñar...