MPO - Reeditando

Capítulo 7.- Malas decisiones

¡Me encanta!- continuó diciéndome – Tienes que contarme todo.

Yo veía a los costados, preocupado de que su reacción pudiera atraer la mirada de personas indeseadas.

-¿Quién es él de la carta? – preguntó en tono alto – Es tu chofer verdad, él es. Está guapísimo tienes que hacerle caso. No te fijes en eso de las clases sociales. Eso ya es del siglo pasado. ¿Se han besado? ¿Ha pasado algo más que un beso?

 Tenía que detenerla porque estaba entrando a una zona de peligro con esas preguntas. La verdad es que nunca había besado antes a nadie, al menos que contara cuando practicaba con mi almohada o al beso que le di accidentalmente a  mi nana años atrás mientras me despedía de ella. Pero como no sentía el valor para contarle sobre esos bochornosos momentos preferí tranquilizarla.

-Ahora no - le aclaré tratando de calmarla.  

 -Está bien, entonces en mi casa-

-Vale, en tu casa – acepté.

-¡Bien! – esbozó una amplia sonrisa – Te vienes hoy mismo.

-No creo que hoy pueda, tengo que hacer trabajos.

-Bueno, pero tiene que ser en esta semana – suplicó – No puedo quedarme con la intriga durante mucho tiempo.

Afirmé con la cabeza para que se pudiera quedar tranquila.

Agarramos nuestras cosas y empezamos a caminar hacia nuestra última clase, que también nos tocaba juntos.  Ella me agarró y entrelazó su brazo al mío. Las personas nos empezaban a mirar por el pasillo, seguro pensarían que éramos enamorados o algo parecido. Puede que ella estuviera acostumbrada a que todo el mundo la viera, era muy guapa, con una cabellera rubia impresionante, delgada y tenía porte de modelo. Pero la verdad es que esto para mí era nuevo, a pesar de considerarme simpático, a mí nunca me veían o por lo menos nunca me había dado cuenta de ello, así que esta situación era un poco incomoda.

Después de caminar durante unos minutos, pasamos frente a la enfermería. Me detuve de golpe. Quería saber si Luck seguía ahí fingiendo o si ya se había ido. Livia se dio cuenta de esto.

-¿Quieres entrar? - me preguntó mientras me miraba – Puede que Luck todavía esté ahí.

-No gracias – respondí un poco frio – No me interesa.

Ella solo se encogió de hombros y siguió caminando, yo la seguí por el resto del camino. Cuando por fin llegamos al aula correspondiente Livia abrió la puerta y entró llamándome para que la siguiera. El curso que nos tocaba era historia del arte, así que los pupitres eran separados. Por más que estuvimos tratando de buscar un asiento cerca ya la mayoría estaban ocupados.

-Hoy nos sentaremos separados – refunfuñó Livia de manera desganada.

-Estaremos hablando en la salida – Respondí de igual manera.

Me senté en un asiento que encontré vacío al final del salón. Mientras ella lo hizo en uno que estaba muy por delante de mí. Acomodé mis cosas y saqué el libro de la asignatura, el cual odiaba porque era el más grande y pesado de todos. Lo abrí en la primera página y empecé a leerlo para pasar el tiempo mientras llegaba el profesor. Se escucharon tres toques en la puerta.

-Pasa – gritó un chico que estaba sentado delante - Todavía no llega el profesor.

La puerta se abrió y pude ver como ingresaba Paty, la prima de Luck. Traté de no prestarle mayor importancia a su presencia ya que no quería tener problemas, aunque la verdad me hubiera gustado encararla por el comportamiento que tuvo conmigo en clase de deportes. Ella me vio durante un segundo y luego giró dándome completamente la espalda. En ese momento agradecí que el aula estuviera tan llena y no hubiera sitio a mi lado. Se sentó por la ventana y empezó a arreglar su uniforme. Yo solo la observaba tenía casi el mismo color de cabello que Luck y la verdad es que sus rasgos también eran puntiagudos como el suyo, prácticamente se notaba que eran familiares.