MPO - Reeditando

Capítulo 16.- Resaca

Ambos seguían mirándome insistentemente esperando que una respuesta saliera de mis labios. Me estaba empezando a desespera, no me gustaba que me presionen y menos que me hagan elegir, en realidad eso me fastidiaba demasiado. Rafael me tomó del brazo nuevamente indicándome que me vaya con él, luego Luck hizo lo mismo por el otro extremo, cada uno tenía un brazo mío, tenía miedo que en cualquier momento empezaran a tirar con fuerza cada uno para su lado y me fuera a romper. Fátima no entendía que estaba pasando en ese momento, se le podía notar la cara de confusión total que traía. Yo estaba empezando a odiar ese momento, me sentía como si fuera un objeto o un juguete y que dos niños pequeños están peleando para obtenerlo, no me gustó para nada eso. Me zafé de ambos retrocediendo un poco hacia la puerta para tener más espacio, tenía el ceño fruncido y la cara roja de rabia.

-¡No soy un objeto! – exclamé algo exaltado señalando a ambos – Ustedes no pueden tratarme así. No es justo. 

-Nadie te está tratando de esa manera – respondió Rafael sorprendido por mis palabras – Puede que él sí – señaló a Luck – Pero yo jamás lo haría.

-¿Quién te crees para hablar de esa manera? – inquirió Luck acercándose nuevamente a él – Y que ni se te ocurra levantarme otra vez el dedo porque…

-¿Porque qué? – le interrumpió Rafael desafiante – Me vas a hacer algo – se burló.

-Soy muy capaz de hacerlo – se acercó aún más – Así que no me provoques.

-Solo eres un niño, no pienso pelearme contigo – recalcó Rafael mostrando la diferencia de edad entre ambos.

-Y tú solo eres un chofer – eso fue un golpe bajo – Pero yo sí puedo pelear contigo.

-Ahora te crees superior solo porque tienes dinero –

-Superior a ti, sí me siento, pero no porque tenga dinero, simplemente porque lo soy-

No podía soportarlo más, parecían dos inmaduros. Me di la vuelta y crucé la puerta para irme, Tratando de hacer un retiro dramático, pero fue en vano ni uno de los dos me vio, ni siquiera Fátima que seguía enfrascada observando la escena de la pelea. En ese momento prefería irme solo a irme con cualquiera de los dos. Mientras me alejaba podía escuchar como ambos seguían discutiendo, ni siquiera se habían dado cuenta que ya no me encontraba ahí, eran un par de ridículos. Cuando me alejé lo suficiente como para no poder escuchar sus gritos, comencé a pensar en que era lo siguiente que haría, obviamente no podía ir caminando hasta mi casa, además estúpidamente al retirarme dejé mis cosas adentro con todo mi dinero, por lo cual no podía tomar un taxi y no pensaba volver a recoger nada. Tenía el carro de Livia cerca, podría tomarlo e irme a mi casa con el, estoy seguro que ella entendería las razones por el cual cometí el robo momentáneo. Pero claro solo había un pequeño problema en esa parte del plan, yo no sabía manejar, lo malo de tener chofer toda la vida es eso, nunca es necesario que aprendas a manejar. Odié un instante el hecho de no haberme metido a clases de manejo y me prometí a mí mismo que mañana me inscribiría en una. Pero claro eso no solucionaría nada hoy, aún seguía sin saber que hacer y muriéndome de frio, maldito clima, en el día un calor de inframundo pero en la noche un frio que mata. Me di cuenta que la combinación de frio, alcohol, sueño, hambre y molestia hacía que me volviera una persona amargada que odiaba todo.

Me puse a caminar, total fue mi primera idea, seguí todo el camino de la carretera para no perderme, podía ver como de vez en cuando algunos autos pasaban velozmente a mi lado. Hubiera hecho autostop pero era muy tímido como para detener el auto de un desconocido y decirle que me llevara cerca a mi casa. Seguí caminando por lo que me parecieron horas, pero la verdad es que no habría pasado más de media hora.