Amor Prohibido | SIMBAR

XXVI

Simón POV

Ya habían pasado unos días y Ámbar a estado un poco distante, o en otras palabras casi no me ha hablado, y temo lo peor.
R.- Simón ¿Me puedes preparar la merienda? -la voz de la mamá de Ámbar me hizo salir de mis pensamientos-

S.- he si claro, lo de siempre -ella asintió- ¿Y el señor que va a querer?

R.- a él, salió de la ciudad y no volverá hasta las fiestas.

S- ¿Es neta? -dije terminando la bandeja-

R.- si ahora si me disculpas -ella iba a tomar su bandeja pero no la deje-

S.- yo llevo su bandeja.

R.- gracias Simón, pero yo puedo sola, además hay alguien que a de querer hablar contigo.

Ella señalo al umbral de la puerta y ahí estaba Ámbar, Raquel salió y al mismo tiempo entró Ámbar que se sentó enfrente de mi.
El silencio era muy incómodo hasta que decidió hablar.
A.- ¿Me podes hacer un batido de manzana y fresa?
S.- claro.

Empecé a hacer el batido y de reojo miraba que Ámbar estaba algo pensativa.
S.- listo.
A.- gracias -se levantó y pensé que se iba a ir pero en cambio se puso a mi lado- casi nunca estoy de este lado de la cocina.
S.- es muy divertido. -empezó a beber el batido y puso su mano en la mesa-

Con un poco de miedo me fui acercando, me sentía como un desconocido y no quería seguir así. Le tome la mano y ella me vio, sonrió y correspondió a mi agarre.
S.- Ámbar, que ha pasado?

A.- ¿A que te refieres?

S.- es que tú… casi no hemos estado juntos, apenas y hablamos.

A.- si, lo se pero… es que no se como decirlo.

S.- yo sólo se algo, no te quiero perder y dime si hice algo mal, no me dejes por favor.

A.- que Simón, no, jamás te dejaría, yo sufriría tanto como tú, estuve distante por que tenía que estudiar para los exámenes finales.

S.- entiendo, pero neta que me hubiera gustado saberlo, sabes que por eso apenas dormía, si lo notaste el batido es de mandarina con uva.

A.- si, ya sabía raro, pero enserio perdón.
S.- quizá lo haga, pero…

A.- pero que..

La calle con un beso que ella no tardó en corresponder, extrañaba sus besos y al parecer ella igual, mis manos pasaron a sus caderas pero no quería seguir más allá, más sentí como hizo que mis manos siguieran hasta llegar a su trasero; no sabía que hacer mientras ella pasaba sus manos en mi pecho, sin pensar empecé a pasar mis manos en su trasero y ella me mordió el labio. Ahora más que nunca, no quería separarme de ella, pero algo nos hizo hacerlo.

La mamá de Ámbar estaba viendo desde el umbral de la puerta y su mirada me intimido mucho, nos separamos de golpe y sinceramente tenía miedo.
A.- Hola mamá ¿Que cuentas?

R.- no se si decirte, estabas muy ocupada. -me fulmino con la mirada-

A.- no exageres, solo fue un beso.

R.- claro un beso, en la tarde hablaremos.

La mamá salio y yo pude volver a respirar, miré a Ámbar un poco asustado por lo que había pasado y ella sólo río.
Me dio un corto beso y después se fue, empecé a preparar el almuerzo, sólo esperaba concentrarme.

|…|

Ya estaba todo listo y servido, sólo veía la hora para ir con mi mamá. Pero igual no quería irme, ya que podía estar con Ámbar y aprovechar los momentos con ella.
A.- Simón, ya te vas cierto?