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Simón POV

Que más podría pedir en la vida, estar con Ámbar juntos, esa noche fue la mejor de todas y todo parecía ir mejor que nunca.

A.- Simón... ya tengo hambre.

S.- pero que raro, yo igual tengo hambre.

A.- ¿Puedes cocinarme algo?

S.- ¿Y como que quieres?

Me sonrió y se acercó a mi levantandose de su cama, el impacto de sus labios me encantó y le correspondí; puse mis manos en su cintura y fuimos caminando a su cama hasta que ella se sentó en ella separandose de mi.
A.- una ensalada de frutas ¿Si?

Ella empezó a reír y yo sólo negué con la cabeza.
S.- bien, ya vuelvo.

A.- que sea rápido por favor.

Reí por mi último y salí directo a la cocina con cuidado de que el papá de Ámbar no me viera pero para mi sorpresa él estaba ahí.
K.- por fin, tu servicio no es el mejor.

S.- perdón es que estaba ocupado.

K.- no te pedí explicaciones.

Su tono era arrogante y un poco serio.
S.- claro ¿Se le ofrece algo?

K.- si no fuera así no te estuviera buscando.

S.- he... si..

K.- quiero una lasaña vegetariana.

S.- estará lista para la cena y..

K.- no la quiero pera la cena; la quiero para el almuerzo.

S.- pero el almuerzo ya casi está listo y...

K.- no te pregunte si estaba o no el almuerzo, sólo la lasaña.

S.- está bien, estará lista lo más pronto posible.

K.- eso espero, lo que más me desagrada es un lento servicio.

Asenti y Kevin salió de la cocina, a kilómetros se notaba su enojo pero ahora mi preocupación era la comida.
Además del salmón que tenía planeado para hoy tenía que hacer la lasaña y el tiempo no ayudaba.
El salmón estaba por estar terminado pero la lasaña aún le faltaba mucho; estaba sudando mucho y sentía que me iba a desmayar, quizá así se sentía la final del Master Chef.
A.- Simón estaba esperando mi ensalada y... ¡¿Que está pasando aquí?!

S.- perdón, es que tengo que terminar el almuerzo.

A.- pero a mi mamá no le gusta la lasaña vegetariana.

S.- lo se, preparé un salmón para ti y ella, la lasaña es para tu papá.

A.- ¿Pero por que no comió salmón? Es su comida preferida

S.- no lo sé, sólo se que tengo que terminar esto ya o tu papá me despide.

A.- ¡¿El te va a despedir?!

Lo dijo en un tono que me asusto, no conocía ese lado de Ámbar.
S.- no mi amor, pero así parecía, estaba muy molesto.

A.- que bien, por que si hace eso se las va a ver conmigo.

S.- vaya, si que también estas molesta.

A.- es que no comí mi ensalada de frutas.

S.- perdón amor.

A.- ya está bien, te dejo para que termines, suerte.

Me dio un beso en la mejilla y salió con dirección al comedor, por mi parte seguí con mi trabajo pero ya estaba muy cansado.
Sentía que el tiempo pasaba más rápido y era irritante.
D.- Simón los señores ya están en la mesa, necesito el plato del señor.

Amor Prohibido | SIMBARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora