"Hasta donde podemos llegar para entablar una amistad, un amor o una enemistad? El mundo esta envuelto en un caos difícil de visualizar. Las palabras no completan las sutilezas necesarias para describir esta realidad. Recordar, aceptar y luchar.
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Todos en un momento caemos en el lugar mas oscuro del mundo, nuestro propio pesar. Aquellos dias perdidos solo estaban en mi memoria, sellados intentando volver a flote pero que provocaban los mismos estragos en mi vida actual como si viera cientos de imagenes una y otra vez sin parar amontonandose frente a mi.
Mis compañeros, mis amigos, la gente que me rodeaba, ellos ya no estaban pero todo empeoraba, estaba en el borde. En la cornisa. Aquel lugar que define los limites entre lo que es una alucinacion o un delirio. Encontrarme con experiencias que por logica no deberian ser posibles pero en realidad yo las sentia reales.
Me encontraba en el baño de mi departamento, estaba vomitando y sudando a mares, aunque tan solo fuera bilis, mis nauseas eran enormes. Estaba sentado en el suelo sin poder moverme, el sindrome de abstinencia que tanto se me habia advertido con anterioridad no era ningun tipo de broma. Esto era peor que estar enfermo y lo unico que estaba ocurriendo era que mi organismo estaba desechando todo lo que me habian puesto con anterioridad para ayudar a mi cerebro a recuperar sus recuerdos.
Debido a las locuras que estaba viendo y experimentando, estaba en mi limite de tolerancia. Fui hasta la enfermeria del edificio en el sector de primeros auxilios, aparentemente habia alguien en la nomina de aquel lugar de trabajo de la fundacion del futuro que subria diabetes, robe insulina aunque pronto sabrian que yo habia sido el culpable de tal acto, deje una nota en el botiquin con la letra que pude hacer en medio de mis temblores.
"Lamento mucho esto, pero juro que va a ser mejor para todos. Makoto Naegi."
No queria que me encontraran en el lobby totalmente deshecho asi que volvi a subir a mi cuarto con el pack de dosis de insulina y glucosa. Todo el ajetreo y la tension que me ocasiono mi vandalismo hizo que empezara a sentirme mal y las nauseas y el mareo me doblegaran. Me dolia la garganta y el estomago, a penas podia respirar y ya no me controlaba. Tenia miedo de hacer una locura por lo que cerre la puerta de mi departamento y arroje la llave por la ventana hacia la nieve. Queria estar completamente seguro de que ninguna locura pasara.
- Jeje... Te veo algo desesperado Makoto... Por que no tomas asiento?... Te servire de comer... Upupu... - Yo me habia ido gateando a la cocina en busca de agua y vi de pronto a una Enoshima que parecia estar cocinando con el cabello hecho una coleta de caballo y jugando con un cucharon de sopa, incluso tenia puesto un delantal rosado de cocina. - Tu sabias que en la antigua disciplina de la frenologia, que era en la antigua medicina, se solia especificar que habia una parte del cerebro que controlaba la esperanza?... Tu que piensas de ello?... - No podia respirar y temblaba en el suelo. - Creo que no estas en condiciones de pensartelo mucho de momento, tranquilo, ya te llegara el momento para reflexionar acerca del caos... Aun asi pienso que la benevolencia de esta pseudociencia aun puede ser practica si concretamente deformamos los conceptos y los transformamos en antonimos... Que opinas?... Si cambiasemos... - Se inclino hacia mi y con uno de sus dedos me toco la cabeza por arriba de donde estaba mi oreja derecha. - Si cambiasemos este pequeño sector de Esperanza, por Desesperacion, que piensas que ocurriria con todo el alrededor... A que causaria muchos estragos... - Sentia su dedo sobre mi como si fuera real. Y se me cayo a mi lado el pequeño paquete con la insulina. - Oh... Parece que traes tu alijo secreto contigo... Jeje... Quieres pegarte un buen colocon antes de acarrear vuelo?... No te preocupes... Tu secreto esta a salvo conmigo... -
