Ya había llegado a la puerta de entrada de los dormitorios, después de tantas vueltas. Realmente estaba exahusto. Mire a mi alrededor antes de entrar, mientras una tormenta de agua nieve se desataba y el frio se incrementaba de manera acorde.
Ya no había nadie.
Las alucinaciones se habían calmado.
Respire profundamente con satisfacción. La puerta de cristal se abrió en el momento en que puse mi tarjeta de indentificacion por el lector y apoye mi dedo pulgar. Dentro tuve que volver a realizar el mismo proceso, aunque había que sumarle un scaner de retina y un código único y particular que se le da a cada persona, en mi caso era un numero bastante particular, 11037.
A pesar de que me aseguraron que el código era resultado del azar establecido por el mecanismo de seguridad, era chocante que justamente ese numero me tocara. Solo espero que al igual que en aquel entonces, ella también me protegiera.
La calefacción en el amplio hall de entrada era remarcable, tanto que me quite todos los abrigos que tenia, incluso el saco quedándome con una pila de ropa en las manos y un bolso colgándome en el cuello. En un rincón del salón, había un sector con sillones, un acceso a los baños y maquinas expendedoras.
A pesar de estar exhausto, moria de hambre y quería beber algo mas interesante que agua, y sobretodo deseaba ir al baño. Deje mis cosas en un amplio sillón blanco con almohadones azulados y negros, y me adentre a los servicios. Luego de hacer mis necesidades, me acerque al lavabo y observe el estado de mi rostro. Mis conjeturas eran correctas, en parte mi sudor era rojizo, lo mismo con mi saliva y también las mucosidades de mi nariz, aunque el olor característico a sangre se concentraba en mi nariz.
Puede que haya tenido una hemorragia nasal y eso acompañado por el efecto secundario de la Rifampicina. Era macabra mi imagen, parecía un esqueleto. Las cuencas de mis ojos eran profundas y oscuras, mi piel ahora estaba blanca como el papel y estaban en mi frente los signos del sudor rojizo y a la altura de mi boca, los signos de la hemorragia nasal que tuve antes. Me lave el rostro, hasta que no quedaran signos rojizos.
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Danganronpa: Carpe Diem Memento Mori
Casuale"Hasta donde podemos llegar para entablar una amistad, un amor o una enemistad? El mundo esta envuelto en un caos difícil de visualizar. Las palabras no completan las sutilezas necesarias para describir esta realidad. Recordar, aceptar y luchar. ...