Pequeño relato 2.

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- Enoshima, dime algo... - Empece a decir mientras observaba a mi compañera maquillandose delicadamente un dia por la mañana... En esos dias en que ella y yo dormiamos juntos. - Si, eres hermosa de por si... ¿Por que.... 

- Oh, Makoto, es muy directo decirme algo asi por la mañana ¿no crees? - Ella se volteo a sonreirme mientras tenia en sus manos el rimmel para retocarse las pestañas. - Espero que esto te sirva de algo en tu vida, pero la mayoria de las personas hacen las cosas para si mismas, en este caso, yo me estoy maquillando por mi, no para los demas... - Ella me observo de reojo casi como si se burlara de mi aspecto. - Tu en cambio eres muy sencillo a la hora de arreglarte. En el fondo creo que te queda bien. Representas facilmente lo que eres, por que tus gustos son asi, en mi caso, y pese a ser bonita, yo quiero retocar mi belleza para que se ñuzca de la manera en eque lo siento cada dia, es por eso que me maquillo a diario. - 

Ella se volteo despues de terminar sus pestañas.

- ¿Que pensarias si te dijera que mi color de ojos no es azul? Aun asi yo seguiria siendo la misma en tu mente ¿no es asi?-

- Ya entiendo, no importa como me vea, siempre te voy a gustar asi como soy ¿cierto? - Ella chasqueo la lengua y me dio la espalda caminando unos pasos para agarrar su abrigo y marcharse de mi habitacion.

- Tu y yo solo jugamos a la casita, no creas que esto va en serio. Tu corazon pertenece a otra persona y mi corazon... Es mio. - Ella me sonrio de una forma algo perversa. - Veremos quien tiene sentimientos mas fundamentados y no solo pasajeros. Buenos dias, Makoto.-

La puerta se cerro de golpe. 

Danganronpa: Carpe Diem Memento MoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora