Dia K
Shuichi, mi hijo, y el chico que suele ser el que tiene la personalidad mas parecida a la mia de todos nuestros hijos, nos llevabamos por demas bien, y por lo general yo solia ser su confidente y su consejero, siempre recurria a mi cuando tenia un problema, incluso a medida que fue creciendo, sus dudas e inseguridades que le hacian ser muy critico con si mismo lo hacian ser algo depresivo y torpe, pero al final del dia siempre terminaba sonriendo y agradeciendo a las circunstancias y su suerte de poder haber encontrado las respuestas a sus problemas.
Cuando no queria destacar que tenia problemas en su mente solia esconderse debajo de su tipica gorra oscura, regalo confeccionado por Celes, quien es su tia/madrina/tutora sustituto/madre sustituto... No pregunten como de pronto, se da esta situacion... El futuro es mas extraño en este mundo que en el todos, hasta yo, estabamos acostumbrados.
Shuichi y yo estabamos caminando por la noche de camino al campus de la Academia, yo estaba vestido con una version actualizada de mi ropa de toda la vida con la que todos ustedes, adorables lectores, me recuerda, aunque ahora tenia que atarme el cabello para no dar la nota. Ademas, para nuestra seguridad, un Monokuma y una Monomi nos seguian dando comentarios hilarantes.
— ¿Sabes que le dijo un oso a una coneja? — Pregunto de pronto Monokuma a Monomi.
— No lo se, hermano. ¿Que le dijo? —
— ¡Que bella eres! ¡Te invitare a la cena! — Monokuma se tapo la boca y Monomi no comprendio.
— Oh... ¿Comieron Juntos? — Monokuma sonrio de mala manera.
— ¡El oso solo necesito un bocado y la coneja ahora esta comiendo nubes! — Monomi bajo las orejas algo triste y Monokuma se reia.
— Eso no es gracioso, hermano. —
— ¿Pero que dices? Yo soy un oso con gracia... ¡Un gracioso! — Ella inflo las mejillas. — ¿No te gustan mis chistes? Soy un chistoso. —
— Eres un Oso con Odio. — Dijo de mala manera y Monokuma le tironeo las orejas.
— ¿Como te atreves a tratar mal a tu hermano del alma? — Monomi se puso a llorar.
— ¡Por que eres un Odioso! — Monokuma le solto y se arrojo al suelo a reir.
— ¿Pueden calmarse, chicos? — Shuichi les dio ambos unas palmaditas en la cabeza mientras caminaba siguiendo la iluminacion de las calles.
— ¡Somos unos mocosos! —
Shuichi suspiro intentando ocultarse en su gorra y caminando con las manos en los bolsillos.
— ¿Pasa algo, hijo? — Le pregunte mientras caminabamos.
— Emmm... No, papa. Solo... — Suspiro. — ¿Se me nota mucho? — El sonrio y parecia adorable tanto que intente darle un abrazo. — ¡Oh no! — Por cierto, mi hijo tiene la misma altura que su madre, por lo que si no fuera porque usaba unos zapatos con plataforma me veria mas pequeño que el. — Esta bien... Esta bien... Hablare... — Adopto el gesto de tocarse la mejilla que yo siempre hacia cuando estaba apenado o confundido.
ESTÁS LEYENDO
Danganronpa: Carpe Diem Memento Mori
Random"Hasta donde podemos llegar para entablar una amistad, un amor o una enemistad? El mundo esta envuelto en un caos difícil de visualizar. Las palabras no completan las sutilezas necesarias para describir esta realidad. Recordar, aceptar y luchar. ...