Poco despues de luchar contra los Remanentes y ponerlos en cautiverio, Makoto Naegi recorrio las inmediaciones de las ruinas de la antigua Academia Pico de Esperanza. Revivio mas recuerdos y volatilidad emocional estaba por las nubes al punto ser atraido a una trampa, una persona parecia observarle a lo lejos dejando pequeños rastros para aquel joven, por ello Naegi, usando todo su ingenio y fuerzas, da con aquella misteriosa y oculta figura en el antiguo salon de clases de la comision 77.
— Tu... Tu eres... — Parecia como si estuviera recordando o teniendo deja vus. — Eres el. Hinata. ¿Verdad? —
La presion alrededor de el era impresionante. Si bien el deseo asesino de mis antiguos senpais era implacable, esto estaba a otro nivel. Podia sentirlo.
Ese chico estaba muy por encima de mis posibilidades en ese momento.
"Si hubiera estado en aquel entonces tal vez..."
— Ni lo pienses. — Su voz sombria y apagada corto el silencio y sus brillantes ojos rojos me observaron. — No puedes ganarme. Tienes un limite y yo lo conozco. Eso es todo. — Me mordi los labios ante mi impaciencia, no quedaba mucho tiempo y tenia que poder hacer algo contra esa persona. — Sere directo. Naegi, Makoto, tu talento reside en el uso de los huecos o en el uso extremo de las probabilidades, tambien llamado "suerte". Asi mismo, la rentabilidad de aprendizaje por diversos medios te ha permitido llevar tu cuerpo a los extremos y emular las posibilidades de tu alrededor. — Dio unos pasos y se acerco a mi.
Era un joven bello, palido, alto, y su cabello largo y figura esbelta, le hacia dar una apariencia muy ambigua. Me costaba comprender en su totalidad, muchas preguntas estaban en mi mente sin respuesta. Pero sobretodo:
"¿Como puede con ese cuerpo lograr responder a todos sus talentos?"
—Talento, suerte, ingenio y tambien empatia. Tienes buenas cualidades como persona. Probablemente eras el mejor del alumnado y obviamente "su" rival. Un rival hecho a su medida producto de su propia irreverencia. Antes de que me preguntes. No estoy con ella ni siguiendo su desesperacion, soy como un igual que solo le siguio para ver algo distinto, pero nada de todo esto me ha causado el mas minimo cambio, sigo igual. —
—¿No te has dado cuenta que aun asi te ha usado? —
— Lo se, yo se lo hice creer. Tuve la oportunidad de matarla, igual que tu. Pero no lo hice, porque queria ver de que iba todo, algo que no podia calcular. Y no fue que mi vision se viera nublada por ella, si no por ti. Me desagradas. —
— Yo no te he hecho nada. Es mas. Sospecho que tu me has hecho mas a mi que yo a ti. ¿Sabes como...—
— Ella esperaba a otra persona, no a mi. No me confundas con el. Ese chico ya no existe. — Dio unos pasos mas. — Sere claro para que lo entiendas, aunque esto esta en tu mente, en alguna parte de ella. Naegi, Makoto, si realmente eres la "Esperanza Definitiva" entonces supongo que seras capaz de mostrarme algo distinto a lo que este mundo me ha demostrado. No voy a darte mucho tiempo. Como sabes, yo tengo el ultimo dispositivo, y como tambien bien sabes, yo puedo detonarla cuando quiera. Asi que te dare 30 minutos, deberas encontrar algo que yo no sepa para persuadirme, de lo contrario, hare estallar la bomba y sabes bien lo que pasara. Efectos similares se han dado con anterioridad en otros lugares del Japon, como Hiroshima o Nagasaki. Pero... — Se puso a un paso delante de mi mirandome con una terrible frialdad. — Tu y yo saldremos con vida de aqui, y como van las cosas, seras considerado por lo que queda del mundo el mayor criminal de la historia, mucho mas que Enoshima, Junko, Desesperacion Definitiva y tu mismo sabes el por que. —
Temble, senti sus ojos revisar toda mi mente como si fuera un simple libro o pintura. Tenia mis armas a mano, incluso las que habia recolectado de mis senpais, pero aun asi no veia claro como neutralizarlo... No, era mucho peor que eso... En mi mente solo veia un simple resultado a todos esos calculos:
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Danganronpa: Carpe Diem Memento Mori
Random"Hasta donde podemos llegar para entablar una amistad, un amor o una enemistad? El mundo esta envuelto en un caos difícil de visualizar. Las palabras no completan las sutilezas necesarias para describir esta realidad. Recordar, aceptar y luchar. ...