He vuelto, me tomó tiempo... pero lo hice.
El jardín a su alrededor rebosaba de amplios y brillantes flores coloridas que Yoongi disfruto de ver mientras la joven que los guiaba por el largo sendero de piedras en dirección a una agradable casa del tradicional estilo sukiya; largos pilares de diferentes tipos de madera que enmarcaban las puertas corredizas de tonos blancos que ocultaban el interior del amplio diseño tradicional y que, con un amargo sabor de boca, reconoció... se parecía a la casa de citas de la madame.
Sin embargo, tampoco podía dejar de pensar que en ese interior donde, en una habitación de amplios paneles blancos, los esperaba Jimin.
.- El señor Tokaro lleva con nosotros varios años – habló la chica mientras abría la puerta principal, esperando que cambiarán sus zapatillas por las suaves pantuflas de estar en casa que, cordialmente, había dispuesto para ellos - Pensamos que no tenía ningún familiar vivo y nos sorprendió mucho su comunicación... él dijo que no había dejado de pensar ni un solo día en usted, señor Min.
Taehyung chasqueó la lengua, tratando de acomodar sus pies en las pantuflas y observando de reojo a su mejor amigo, que se había quedado mudo ante lo dicho por la japonesa, que, al notarlo, se inclinó levemente contra él, sonriendo con sus labios delgados en su rostro ovalado y pálido. Como una luna, no pudo evitar pensar.
.- Así que lo conocías... - fue lo que murmuró desde atrás Hoseok, tan sólo evaluando la situación – Hemos querido encontrarlo desde hace mucho, señorita Aya.
.- Llámeme Aya – chan, van a hospedarse con nosotros y... nos veremos seguido, Hoseok – kun, ¿no? – la joven muchacha se acomodó el cabello tras la oreja, con un suave tinte apoderándose de sus mejillas mientras Hoseok, repentinamente nervioso, sólo atinaba a sonreír y rascarse ligeramente la parte de atrás de la cabeza.
Taehyung volvió a chasquear la lengua, cansado de la situación: .- ¿Y bien? ¿Cuándo veremos al famoso Tokaro o lo que sea? – preguntó en un tosco japonés, ganándose un repentino golpe de Yoongi por su poco respeto.
.- Claro, claro – respondió ella bajando la mirada antes de darse media vuelta e internarse por un estrecho pasillo en dirección a un amplio jardín – Tokaro – san ha terminado de tomar su almuerzo, así que se encuentra reposando en la sala del té, donde los espera. Es su habitación favorita, dice que le recuerda viejos tiempos.
.- Dijo que lleva mucho tiempo aquí, varios años – se adelantó Hoseok hasta ella, caminando a su par - ¿Cómo llegó con ustedes? Tengo entendido que ustedes tienen una política de no aceptar más que supervivientes de la segunda guerra.
Yoongi trató de no acelerar el paso, pero tampoco perderse nada de la conversación. Una sensación extraña y casi asfixiante se había instalado en la boca de su estómago mientras caminaba, por primera vez en meses, por un pasillo que le recordaba tanto a la casa de la madame, esa en donde Jimin y Jungkook habían estado prisioneros por tantos años.
Y así mismo, no dejaba de preguntarse qué podía estar pasando por la cabeza de Taehyung, que tan sólo caminaba en silencio y con la vista clavada en el suelo, como si cuidase cada uno de sus pasos. ¿Pensaba en Jungkook? ¿Tan sólo, siquiera, pensaba en el chico que en sus pesadillas parecía? Porque no había nada más en el mundo que Yoongi quisiera más que eso. Que así fuese en sueños, Taehyung no hubiese renunciado a él.
.- Tokaro – san es sobreviviente de una guerra, una mucho más vieja y que estoy segura, ustedes conocen incluso mejor que yo – alcanzó a escuchar la respuesta de la joven, un atisbo incómoda al reconocer aquello que su pueblo había hecho con el de ellos tres – Sólo he escuchado sus historias en pocas ocasiones, él... no suele hablar de eso, a penas y sé qué perdió a toda su familia y vagó por mucho tiempo aquí en Japón, incluso sobrevivió a Hiroshima... es un hombre que le hace honor a su nombre.
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Intermedios.
Romance¿Qué había al otro lado de esa puerta? Vkook - Yoomin. Contenido homosexual, violencia explícita. Portada hecha por: K-LCMM