30.- Juramentos Atemporales.

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Para HanSuniAni20, que siempre me espera. 

Y  a victor1ne por su cumpleaños pasado.

Cuando su abuelo le regaló el anillo de la familia Kim, Taehyung no era más que un niño soñador e inocente, emocionado de ser considerado digno de tener una joya tan importante para su abuelo

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Cuando su abuelo le regaló el anillo de la familia Kim, Taehyung no era más que un niño soñador e inocente, emocionado de ser considerado digno de tener una joya tan importante para su abuelo. Solía ver el mundo con los ojos de una infancia feliz y amorosa, creyendo vagamente que todos eran tan amados como él por su familia, poco cuestionó entonces el sufrimiento en los gestos de otros y la falta de amor más que tangible a su alrededor.

Creyó fielmente en las palabras de su abuelo sobre cómo aquel anillo era una promesa de eternidad que había sido heredada en las últimas generaciones. Su abuelo lo dejó sobre su palma abierta, sonriendo con nostalgia mientras le hablaba de cómo sus propios abuelos habían sido una prueba viviente de aquello. Taehyung poco había escuchado de ellos o de sus bisabuelos, pero habían llegado a él a través de las historias de su abuelo sobre la guerra y la resistencia, el compromiso a sobrevivir para seguir amando.

Lamentó nunca haber visto una foto de ellos y conocer el rostro de su abuela tan sólo en las imágenes descoloridas que su abuelo había escondido en las páginas de sus libros de historia, como marcapáginas especiales de aquellos capítulos que más disfrutaba releer y que Taehyung muchas veces le escucho recitar en voz alta durante las tardes de verano que paso en su casa de campo a las afueras de Daegu.

"Mis abuelos y mi madre vivieron esto en las montañas, mi niño. Los Kim escribimos la historia de Corea con nuestra sangre. Hónrala siempre."

Aquellas palabras de su abuelo cobraron sentido entonces, enfundado en ropa ligera mientras se mueve por las periferias de la ciudad al oeste de la montaña, asegurándose que no hubiese soldados del ejercito imperial tan cerca como para impedir su paso. Yoongi le siguió de cerca, ambos silenciosos mientras analizaban los rostros de las mujeres y los hombres a su alrededor, el horario de mercado siendo el momento perfecto para camuflarse entre los campesinos del área.

Tenían la misión de entregar información a un grupo de estudiantes que planeaban una revuelta en una de las ciudades más grandes de la provincia para dentro de algunas semanas, la Resistencia seguía de cerca los movimientos de los pocos jóvenes que tenían acceso a las universidades budistas, quienes solían protestar de manera pacífica y terminaban siendo severamente castigados. Los líderes todavía confiaban en que algún día cambiarían su manera de pensar pacifista por un de armas tomar.

Sí Taehyung se tomaba el tiempo de pensar cuidadosamente, a lo mejor podría recordar que en algún momento hace muchos meses atrás él habría sostenido un discurso de como las cosas debían ser llevadas por la paz, pero ese Taehyung ya no existía más y se había quedado atrapado en una mirada tan lejana de sí mismo que casi parecía irreal. Por largos momentos, Taehyung incluso podía jurar que él siempre había vivido en esa época.

Intermedios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora