7.- Sombras.

2.7K 560 58
                                    

La oscuridad se cernió sobre la casa mientras Taehyung arrullaba con cuidado el cuerpo de Jimin y la anciana, llorosa y nerviosa, caminaba en la casi vacía habitación en búsqueda de algo que pudiese mermar la fiebre de un inconsciente Jimin. Yoongi se había detenido en la puerta sin saber bien qué podía hacer para ayudar, sentía todo su cuerpo pesado mientras trataba de entender lo que sucedía a su alrededor. Aún estaba procesando la disparatada situación del viaje en el tiempo y ahora... ¿esto?

.- Hyung – Taehyung le llamó con voz suave, una de sus manos presionando la herida que Jimin tenía en el costado derecho de su cuerpo y que, a pesar de haberle quitado los pesados ropajes negros y limpiado la herida, seguía sangrando – P-podrías... ¿podrías ver cómo está...? Y-yo...

.- Iré a ver a Jungkook – cortó el patético intento de Taehyung, una parte de él no quería abandonar la habitación pero la otra, y la dominante también, quería respuestas, respuestas de verdad y sabía que la única persona que podía dárselas, era Jungkook.

Así que con pasos de plomo salió en dirección al jardín, donde Jungkook permanecía sentado en las escaleras de madera con los ojos clavados en el cielo despejado. A Yoongi le parecía casi mágico ver ese cielo oscuro y repleto de estrellas luego de haber visto por toda su vida el cielo oculto bajo las luces de la capital que nunca descansaba. ¿Cómo se sentiría Jungkook de ver al Seúl del 2016? ¿Cómo lidiaría con la verdad si Yoongi le contaba todo lo que había tenido que vivir el pueblo coreano para llegar a ser lo que era?

.- Deberías entrar – fue la frase con la que se sintió más seguro de iniciar mientras se sentaba junto al de cabello negro, que aunque no se movió ni un centímetro, se tensó visiblemente.

Jungkook era casi etéreo, y podía entender a la perfección que atraía a Taehyung del chico más pequeño. Su cabello negro era brillante y mucho más liso que el de Jimin, su piel era blanca bajo la luz de la luna y ya sin el ropaje negro para camuflar o sin kimonos extravagantes para exaltar su figura. Era, a grandes rasgos, sólo un jovencito de 17 o 18 años que tenía más cicatrices de la que debería.

Casi mágico.

.- ¿No tienes frío? – Preguntó cuándo no obtuvo respuesta del chico pero Jungkook sólo se alzó de hombros, con los ojos fijos en el cielo – Hey, sé qué no empezamos bien pero...

.- ¿Qué empezamos? – el chico se giró hacia él, arqueando su ceja mientras le miraba con algo de confusión, su coreano era ágil pero pastoso, seguramente debido al japonés que empleaba a diario.

Yoongi hizo una mueca avergonzado: .- Es una manera de hablar de cómo... nos conocimos.

Jungkook guardó silencio, sus ojos fijos en los de Yoongi por largos segundos, luego sólo asintió antes de girarse y volver a mirar al cielo. No había ninguna emoción reflejada en su rostro, sólo una imperturbable paz que Yoongi dudaba mucho que fuese real. Lo había visto en Jimin, que a pesar de sonreír tan brillante como una constelación, ocultaba una pesada carga en los bordes de sus labios.

Pero Jungkook no sonreía, en absoluto.

.- Jimin...

.- Jimin sempai cometió un error – lo cortó Jungkook, su voz sonando plana y vacía, provocando escalofríos en él – Y está pagándolo ahora.

.- ¿Qué error cometió? – No reconoció su propia voz, sonando lejana y molesta - ¿Cómo puedes estar tan tranquilo cuando él está mal? ¿Eres un robot?

.- Ro... ¿Ro-robou? ¿Un qué? – Jungkook frunció el ceño, mirándolo ahora con una molestia creciente en la boca de su estómago por la forma en cómo le había hablado – No conozco esas palabras extrajeras, así que...

Intermedios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora