Capítulo dedicado a: Paulis_L23, HanSuniAni19, Juniper_bts, Maggie_vk y MILITZAY; que llevaban tiempo esperándolo. Espero lo disfruten todos.
Jimin aguardó en silencio, las manos de algunas de las mujeres peinando sus cabellos con delicadeza mientras la voz de la Madame retumbaba en alguna de las habitaciones aledañas. Poco reconocía de sus palabras, pero sabía por el tono alto de su risa y el choque de cristales, que estaba feliz de poder brindar al ejército parte de la información que él le había dado. Se repitió con dolo que no había otra opción, que era el precio a pagar por vivir un poco más.
.- ¿Han escuchado lo que sucedió en el bosque? – la voz de una de las mujeres brotó en un murmullo, sus manos buscando entre las telas de los kimonos los que debían utilizar esa noche para complacer a los invitados de la Madame – Escuché a unos soldados hablar en el jardín, dicen que mataron a todos...
Todos...
La palabra y lo qué significa pesaron sobre sus hombros, oprimiéndole el pecho con dolor al punto de doblegarlo sobre sí mismo, jalando su cabello de las manos que lo trenzaban en el proceso. El dolor pareció insoportable por un segundo, abrumado de golpe por la culpa que pareció carcomer sus entrañas, una especie de fuego abrasador que amenazó con consumirlo desde el interior, una muestra más del profundo veneno que corría por sus venas.
Tan rápido y de golpe como llegó, el dolor se esfumó.
Se recordó el rostro envejecido de su abuela, la rabia que parecía latir bajo su piel cuando escuchaba a hablar a Jungkook de dar la vida por una tierra que sólo los había despojado de todo, incluso de su humanidad. Se empapó, una vez más, en las justificaciones que ya se había dado antes de decirle todo a la Madame: era su vida y esta era más valiosa que la vida de alguien a quien nadie extrañaría.
Me extrañaría, mi abuela... ella me extrañaría.
Fue esa la frase que se repitió cuando, largos minutos más tarde, se adentró a la sala de té que la Madame había preparado diligentemente para recibir al nuevo gobernador y algunos de sus hombres. Se la dijo una vez más cuando inclinó su cabeza como saludo sumiso y dejó que uno de ellos le llevará hasta su regazo, que sus manos abrieran los pliegues de la tela y, una vez más, usarán su cuerpo a su complacencia.
Yo soy amado... soy yo quién será extrañado.
Cuando el hombre finalmente le empujó lejos, dejándole de rodillas frente a él y con sus fluidos corriendo por entre sus muslos, Jimin sintió la picazón de las lágrimas en el borde de sus ojos, pero se mordió los labios con fuerza, se doblegó ante la tristeza como cada noche porque no importaba ninguna de sus razones, ninguna de sus letanías eternas sobre cómo su abuela sólo le tenía a él o que se trataba de sobrevivir, a cualquier costo.
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Intermedios.
عاطفية¿Qué había al otro lado de esa puerta? Vkook - Yoomin. Contenido homosexual, violencia explícita. Portada hecha por: K-LCMM